Según un informe citado por Sing Tao Daily extraído del New York Times, la forma de vestir de la primera dama estadounidense Michelle Obama ha venido siendo un foco de atención en el ámbito de la moda; gracias a ella, varios diseñadores, como el modista de origen chino Jason Wu, se han hecho famosos de la noche a la mañana. No obstante, aunque el efecto publicitario que representa Michelle Obama es considerable, de por sí no garantiza siempre que los diseñadores elegidos por la inquilina de la Casa Blanca se hagan ricos y famosos.
El 1 de mayo, en el banquete de la Asociación de Periodistas en la Casa Blanca, Michelle se presentó con un vestido de noche rojo que, en sólo varios minutos, se convirtió en tema candente en los foros de moda. Prabal Gurung, diseñador del vestido, quien estaba en ese momento en Nueva York, no tardó en recibir inmediatamente numerosos mensajes de móvil felicitándole. Al día siguiente, las visitas en su sitio web crecieron desorbitadamente y hasta el lunes, varias boutiques de moda incluso contactaron con él expresando sus deseos de vender sus productos. Prabal Gurung calificó de “increíbles” las reacciones positivas, y se sentía muy agradecido por la apreciación que recibió de la primera dama.
La preferencia de Michelle por las obras de algún diseñador puede ayudarle a ganar fama, sin embargo no siempre garantizará la buena venta de sus prendas. El mejor ejemplo es Maria Pinto, una de las diseñadoras favoritas de Michelle en su primera etapa, quien tuvo que declararse en suspensión de pagos. Ella misma también reconoce que, en muchas ocasiones, tales como en el Congreso Nacional del Partido Demócrata o en las entrevistas con Bush y su esposa en la Casa Blanca en calidad de esposa del presidente electo, sus prendas llamaron mucho la atención, pero no consiguieron convertir esa atención en ganancias económicas.
Sobre esta cuestión, un bloguero de moda indica que, desde el punto de vista de las relaciones públicas, es un gran éxito para los diseñadores el haber sido elegidos por la primera dama, pero desde el de los negocios, les queda todavía mucho camino por recorrer.
Desde luego, también existen ejemplos exitosos gracias a la apreciación de Michelle. Por ejemplo, el joven diseñador de ascendencia china Jason Wu, originario de la isla de Taiwán, es uno de ellos. Después de presentarse con un largo traje blanco en la inauguración presidencial de Obama, el estatus social de Wu ha subido como la espuma, una tendencia que se ha mantenido hasta hoy día. Según revela su contable, desde enero del año pasado, el volumen de ventas de los productos de su marca ha aumentado anualmente en un 40 por ciento, y la firma de Jason Wu se ha decidido a comercializar gafas de sol y otros nuevos productos.