El gobierno chino ha intensificado sus esfuerzos para proteger el patrimonio cultural en la región autónoma del Tíbet, a la cual destinó el año pasado más de 300 millones de yuanes (39 millones de dólares USA).
El director de la Administración Estatal de Patrimonio Cultural, Shan Jixiang, confirmó que los fondos fueron destinados a la restauración de algunos lugares de renombre, como el Palacio Potala, el Norbu Lingka y el Monasterio Sagya.
Las estadísticas muestran que Tíbet cuenta con unos 2.000 enclaves con valor cultural, de los cuales 35 se encuentran bajo protección estatal y otros 216 cuentan con otros diversos niveles de protección oficial. Actualmente, la protección del patrimonio cultural se enfrenta al gran desafío generado por el creciente número de turistas que llegan a Tíbet, especialmente tras la apertura de la línea férrea Qinghai-Tíbet.