Música elegante e imágenes móviles, salpicadas de metrajes cortos frescos de videofrecuencia y dibujos animados, no impresos en papel, sin necesidad de comprar con pago, y todo se lee solamente en la pantalla de la computadora. Estas cosas nuevas, llamadas “revistas electrónicas personales”, han empezado a renovar la experiencia de lectura de la gente.
Por revistas electrónicas se refiere a las digitales que reúnen en sí el sonido, las imágenes, los dibujos animados, la videofrecuencia y otros muchos elementos y se caracterizan por la visión, el intercambio, la diversidad, la diversión, la rapidez y el no cobro. En 2005, la revista electrónica Slate fue evaluada el cuarto medio informativo más importante de Estados Unidos, precedido tan sólo de The Washington Post, The New York Times y The Wall Street Journal. En China, las revistas electrónicas contaron con 32 millones usuarios en 2006 y su magnitud de mercado se incrementó a 100 millones de yuanes.
“El 2005 fue el primer año de las bitácoras de las celebridades; el 2006, año de su retirada, y el 2007 será el primer año de las revistas electrónicas de las celebridades. ¡Y las revistas electrónicas son las que concluyen con las bitácoras!”, afirman los expertos. En la actualidad, analizan ellos, la mayoría de las bitácoras de las celebridades parecen antes que nada a charlas triviales, e incluso hay aquellas que atraen a visitantes exponiendo cosas de privacidad. Debido a ello, muchos internautas visitan esas bitácoras, movidos antes bien por la curiosidad y el impuso de escudriñar. En cambio las revistas electrónicas son cosas de otro costal. Generalmente, cuando alguna celebridad escribe un artículo o libro, éste suele ser profundo y tener calidad, así que las revistas electrónicas resultan de clase más elevada.
En condiciones de la actual tecnología de Internet, cada individuo tiene derecho de palabra, puede elaborar su propia “revista” para ventilar lo que piensa, a la vez que influye en miles y miles de personas. A diferencia de las bitácoras, semejantes más a diarios personales y con contenidos abigarrados que deslumbran a los lectores, las revistas electrónicas personales se editan en forma de libros, concentran lo mejor de lo que piensan sus autores, y los contenidos son más ricos y profundos.
Aunque las bitácoras aparentemente ganan terreno con ímpetu, es difícil que traigan beneficios a las estrellas, pero las revistas electrónicas sí que pueden rendírselos a través de anuncios comerciales. Según dice Liu Bing, supervisor general de investigación del departamento de industria de Internet de ICCUN, la operación de las revistas electrónicas es mucho más sencilla que la de las revistas tradicionales. Liu refiere: “Las revistas planas necesitan de un gigantesco contingente de reporteros, redactores y vendedores, pero así no ocurre con las revistas electrónicas , y les basta con tener uno o dos personas entendidas en diseño y redacción”.
Hoy día, un creciente número de anunciantes presta atención a las revistas electrónicas, porque las plataformas de las mismas pueden recoger datos detallados de la cantidad de descargas, el promedio del tiempo de lectura, el tiempo de la publicidad, e incluso las edades de los usuarios y sus preferencias de visita. Y esto es imposible para las otras plataformas de la publicidad.
(09/04/2007, spanish.china.org.cn)
|