¿Cuánto más podrá durar el recorte de papel de Ningxia?

En el campo de China el recorte de papel, una de las artes folclóricas, había regalado recuerdos hermosos a muchas personas. Pero hoy en la sociedad moderna las mujeres rurales, si no todas, han dejado esta labor, y hasta es difícil hallar sus huellas siquiera en las aldeas apartadas.

Fu Zhao’e, miembro mujer de la Sociedad China de Estudios del Recorte de Papel, recuerda: Años atrás las flores de ventana recortadas de papel eran indispensables en los hogares rurales para el Día del Año Nuevo lunar; y cuando niña, cada vez que era fiesta sentía el hálito de la felicidad tan pronto se pegaban tales flores. “Pero hoy todo ha cambiado, mis antiguas compañeras han dejado las tijeras, casi ya no hay ventanas de papel, se han cambiado por las de vidrio”, dice Fu con pena.

El papel recortado tiene una larga historia como forma de cultura, y los millares de artistas populares enseñan su pericia explicando verbalmente y con su práctica. Este arte posee una fina y amplia gama de temas, incluyendo cuentos populares, personajes de ópera, plantas, pájaros, peces e insectos.

Históricamente, la región autónoma de la etnia hui de Ningxia es un área donde se fusionaron muchos grupos étnicos y las culturas del norte, sur, este y oeste de China. Sus piezas de papel recortado, con la vida del pueblo hui y la cultura del río Amarillo como temática principal, son peculiares en el acervo de este arte de la nación. Hoy sin embargo, a medida de la aceleración del proceso de la industrialización y la urbanización del campo, el recorte de papel, un patrimonio cultural de autocontinuación de Ningxia, se enfrenta a la desvirtuación o desaparición al igual que otras muchas artes folclóricas. Entre los 5,8 millones de habitantes de Ningxia, solamente unos veinte o treinta siguen recortando papel con frecuencia, pero Fu Zhao’e es la única en valerse de este arte para mantener a su familia.

El recorte de papel es una miniatura de la cultura agrícola de la nación china. No sólo adorna, sino que también entretiene, educa y sirve de pasatiempo. Expertos opinan que este arte es una herencia cultural por excelencia y una riqueza espiritual de la humanidad, y que debería ser preservada, heredada y desarrollada como patrimonio nacional en lugar de dejarla irse inadvertida antes de tenerla registrada y retenida.

Algunos atribuyen la declinación del recorte de papel a la embestida de la vida moderna cada vez más atractiva, ya que ésta le ha hecho perder su rol principal en la decoración de los interiores. Y otros creen que recortar papel no les basta a los artistas para la manutención. Pero eso no convence del todo, pues aún hay muchos amantes de este arte como Fu, quien ha prosperado con su práctica. Esta mujer de una aldea del distrito de Haiyuan, Ningxia, se trasladó en 1997 con su familia a la Ciudad de Cine y Televisión del Oeste en el poblado Zhenbeipu para darse por completo al recorte de papel. Desde entonces, con el dinero decentemente ganado ha adquirido una vivienda y un coche, y su logro ha maravillado a mucha gente. Ahora, todos los días un buen número de turistas acuden al puesto de venta de Fu, instalado delante de la Tumba del Rey de la Dinastía Xia del Oeste (1038-1227), para comprar o admirar. Entre ellos, la mayoría viene de otras provincias o del extranjero.

El éxito de Fu ha permitido a muchos aficionados y expertos en recorte de papel ver la esperanza. Otro ejemplo es el nudo China, que es también una artesanía tradicional y ha sido bien acogido en el mercado en los últimos años. Todo ello muestra que las artes tradicionales no son incompatibles con la vida moderna. Lo importante es ingresar el recorte de papel en la vida moderna, descubrirle oportunidades comerciales y embarcarlo por la vía de industrialización, y únicamente así se encontrará un espacio a favor de su desarrollo en el verdadero sentido.

(01/09/2005, CIIC)

 

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