RIO DE JANEIRO, 27 sep (Xinhua) -- El sector empresarial brasileño pidió hoy lunes que el país tenga "protagonismo" y unos "objetivos climáticos ambiciosos" en la próxima Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), que se realizará en noviembre en Glasgow, Reino Unido.

En una carta divulgada hoy por 107 empresas y 10 entidades sectoriales titulada "Empresarios por el Clima", los firmantes pidieron medidas para una economía de bajo carbono, y asumieron su responsabilidad en esta transformación para evitar los efectos negativos que produce el cambio climático.

"El mundo necesita, con urgencia, caminar para una economía de bajo carbono, y el sector empresarial en Brasil reconoce su responsabilidad en esta transformación", aseguraron los empresarios en el texto.

"Objetivos climáticos ambiciosos corresponden a nuestra convicción de que Brasil debe buscar protagonismo en las negociaciones del clima", agregaron.

La carta es una iniciativa del Consejo Empresarial Brasileño para el Desarrollo Sostenible (CEBDS), que representa a unos 80 de los mayores grupos empresariales que actúan en Brasil, responsables del 47 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país y de 1,1 millones de empleos.

Se unieron al manifiesto multinacionales brasileñas como BRF, Braskem, Cosan, Natura, Ipiranga, JBS, Suzano, Votorantim y el banco Bradesco.

El grupo de empresas que firma la carta destacó que Brasil tiene ventajas comparativas únicas en la búsqueda para alcanzar una economía de emisiones líquidas de carbono neutras, sin embargo, consideraron que necesita apoyo político y legislativo, con acciones eficaces para acabar con la deforestación ilegal y conservar el medio ambiente.

"Tenemos ambición climática y nuestras empresas cuentan cada vez más con metas de neutralización basadas en la ciencia, utilizando parámetros con criterio de gobernanza corporativa, social y ambiental", afirmaron las empresas y las entidades firmantes.

Todas ellas proponen un mercado de carbono regulado en Brasil, el cual, de acuerdo con un estudio del CEBDS, puede alcanzar de 200 a 300 millones de reales (de 37 a 55 millones de dólares) en su fase inicial (2022-2024) con transacciones de derechos de emisión y créditos de carbono.

Según la entidad, es posible "reducir las emisiones de gases causadores del efecto estufa en hasta un 42 por ciento en Brasil ya en 2025, en comparación con los niveles de 2005".

"Los objetivos climáticos ambiciosos corresponden a nuestra convicción de que Brasil debe buscar protagonismo en las negociaciones del clima. Este es el papel compatible con nuestra tradición de integridad climática, presente en la decisión del país en asumir una contribución nacionalmente determinada para el combate al cambio climático relevante y no condicionada, y de construcción de consensos internacionales que ha caracterizado a nuestro país", subrayaron.

"Brasil debe mantener su centralidad en este diálogo, bajo pena de un enorme perjuicio al sector productivo y a la sociedad brasileña", añadieron los firmantes. Fin