ZHENGZHOU, 11 jul (Xinhua) -- Las autoridades aduaneras de la ciudad de Zhengzhou, capital de la provincia central china de Henan, informaron hoy jueves de la incautación de 78 kilos de desechos electrónicos que habían ingresado al país de contrabando.

La carga estaba compuesta por 2.695 circuitos integrados, un equipo de detección cuya importación hacia China está prohibida, según fuentes de las aduanas.

Entre la categoría de basura electrónica se incluyen artefactos eléctricos y equipos electrónicos desechados, algunos de los cuales pueden ser perjudiciales para la salud, y algunos de ellos incluso altamente tóxicos.

Cuando dichos materiales son incinerados emiten gases que contaminan el aire, y si son enterrados, los metales pesados que contienen pueden contaminar el suelo y las aguas subterráneas.

China comenzó a comprar desechos sólidos a otros países como fuentes de materias primas en los años 80, y durante varios años fue el mayor importador a nivel mundial, a pesar de su limitada capacidad para la eliminación de desechos. Algunas empresas se han dedicado a traer desperdicios extranjeros de forma ilegal para aumentar sus ganancias, lo que representa una amenaza tanto para el medio ambiente como para la salud pública.

Debido a la creciente conciencia de la ciudadanía con respecto a la protección ambiental y a la campaña de China para llevar a cabo un desarrollo respetuoso del medio ambiente, el país decidió reducir o detener tales importaciones para el final de este año, exceptuando aquellas que contengan recursos no sustituibles. Fin