LA PAZ, 19 abr (Xinhua) -- Una de las costumbres en Bolivia durante las celebraciones de Semana Santa es la preparación de 12 platillos tradicionales, reflejo tanto de una cocina ancestral, como de las diferentes regiones del país sudamericano.

El sociólogo Pablo Mamani Ramírez sostuvo en entrevista con Xinhua que esta variedad de platillos, los cuales no requieren de carne roja porque se trata de un tiempo de vigilia, se evidencia en particular durante estas fechas.

"Las migraciones internas de región en región enriquecieron la variedad de comidas que se entrelazan desde la Amazonia, pasando por los Valles, hasta el Altiplano, y viceversa", sostuvo el también profesor de la estatal Universidad Pública de El Alto (UPEA).

Mamani Ramírez explicó que aunque la tradición dicta la preparación del 12 platillos, número relacionado con los 12 profetas del culto cristiano, en la actualidad son alrededor de cinco los que se preparan el llamado Viernes de Crucifixión de Semana Santa.

Para la preparación de estos platillos se utilizan por lo general productos locales como papa, chuño (papa deshidratada), haba, yuca y maíz, que se acompañan de huevo, queso y pescado.

"Eso sí, lo que se cuida para esta fecha es que (los platillos) no tengan carne roja", comentó el sociólogo.

Mercados y centros de abasto ofrecen para tal efecto diferentes productos que evitan la carne roja en la preparación de las viandas del viernes, cuya tradición es "una buena excusa para degustar deliciosos platos típicos".

Entre los guisos tradicionales que se preparan en estas fechas están el queso humacha, la carbonada, el ají de papalisa, las papas a la huancaina, el revuelto de achojcha o el ají de cochayuyo.

Se cuentan también el ají de arvejas, el pesque de quinua, el pejtu de habas y el guiso de cochayuyo, este último una alga que crece en el lago Titicaca.

No faltan tampoco el plato paceño, el wallake de pejerrey, el mauri o karachi, la lagua de choclo, el arroz con leche y el ají de chuño, entre otras delicias.

Estos platos suelen ser preparados en familia o con amigos, al ser una manera de compartir las celebraciones.

"Es cierto que las costumbres cambian acorde con el desarrollo del tiempo, pero la preparación de la comida típica se mantiene para estas fechas. Aunque no se alisten los 12 platos, al menos cinco para mantener viva la tradición", dijo el entrevistado.

El profesor comentó además que esta época del año representa una oportunidad para revalorizar las tradiciones bolivianas en cuanto a cocina, que no requiere de la carne roja y que utiliza productos nativos.

Los bolivianos dedican también estos días para participar en las distintas ceremonias religiosas propias de la temporada como el Vía Crucis, mientras que otras personas aprovechan para hacer turismo y pasear en las regiones del país. Fin