ESPECIAL: Argentina investiga potencial de grillos como alimento humano

ESPECIAL: Argentina investiga potencial de grillos como alimento humano

BUENOS AIRES, 6 feb (Xinhua) -- Argentina, país reconocido a nivel mundial por el aroma, textura y sabor de su carne asada, amplía la mirada y con perspectiva de futuro cría grillos e investiga su potencialidad como alimento para los seres humanos.

A diferencia de lo que ocurre en países como México, donde los chapulines son parte de la gastronomía gourmet, en Argentina el consumo de insectos está alejado de las costumbres; sin embargo, científicos y criadores investigan sus posibilidades nutricionales.

La docente en el área de química y microbiología de los alimentos de la Universidad de Buenos Aires, Gabriela Gallardo, recibió a Xinhua en su laboratorio para compartir la labor que realiza a diario.

El laboratorio se ubica en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en la zona noroeste de la capital argentina.

La doctora en química y profesora de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales explicó que uno de los proyectos que encaran "es la búsqueda de nuevas fuentes de proteínas no convencionales".

"Consumir proteínas es algo muy importante para los humanos, sobre todo si esas proteínas tienen aminoácidos esenciales, si la calidad nutricional de esas proteínas es buena. Ese es el caso de los insectos", comentó.

"Por eso, a nivel mundial existe una búsqueda de estas nuevas fuentes de proteínas y los insectos están tomando un papel muy importante en esta área", detalló la experta.

Gallardo, quien se desempeña en la gerencia de Investigación y Desarrollo en el Area de Alimentos del INTI, específicamente en el grupo de Desarrollo de Nuevos Ingredientes, señaló que "a nivel europeo y en diferentes legislaciones de otros países existen diferentes especies de insectos que se pueden consumir".

El consumo de grillos como alimento para seres humanos no está incluido todavía en el Código Alimentario Argentino.

"Analizamos la calidad proteínica, y dentro del porcentaje de proteína en base seca, que es más o menos un 50 por ciento, (el grillo) contiene un 35 por ciento de estos aminoácidos esenciales, o sea, su calidad nutricional es muy buena", señaló Gallardo.

La especialista señaló que en ese sentido se plantean dos objetivos, el primero de ellos "utilizar la harina de grillo, o sea, secar los grillos, molerlos y obtener harina, y esa harina mezclarla con harinas tradicionales como harina de trigo y ver su 'performance' (rendimiento) a la hora de desarrollar algún producto panificado".

El otro de los objetivos es que trabajan en el aislamiento de estas proteínas "de tan buen nivel nutricional" para obtener aislados o concentrados proteínicos, por ejemplo, bebidas para deportistas o suplementos alimenticios.

"En principio, estas serían nuestras dos grandes líneas de trabajo", puntualizó.

"Son todos experimentos prototipos, eso es importante aclarar. Hoy por hoy no tenemos el producto como para poder salir al mercado, porque nos faltaría la calidad que necesitamos de la materia prima", dijo.

Comentó que ya han presentado dos trabajos en congresos nacionales e internacionales, en que desarrollaron una mezcla con un 10 por ciento de la harina de grillos, junto con la harina de trigo.

"Con ese 10 por ciento podemos decir que el alimento que estamos formulando es un alimento que es fuente proteínica", completó la científica, según la legislación argentina.

"Los resultados que obtuvimos fueron muy buenos, servían para una amplia gama de productos panaderos", expuso Gallardo, al comentar el comportamiento hecho con la mezcla, que "fue muy bueno y muy prometedor".

Compartió que el otro pilar del trabajo, "que es el aislado y concentrado proteínico", apenas lo están iniciando, "porque es un proyecto auto generado y lo hacemos cuando no tenemos demanda de la industria".

La provisión de grillos para el trabajo de laboratorio corre por cuenta del biólogo Daniel Caporaletti, quien los cría en el establecimiento "Grillos Capos", en el barrio de Boedo, en la zona centro de Buenos Aires.

El experto recordó a su vez que el grillo, por su biología, "consume muy poca agua y no emite metano, por lo menos los autóctonos no lo emiten", a diferencia de otras actividades tradicionales.

"La ganadería tradicional emite el 18 por ciento de los gases de efecto invernadero a través del metano, a través de la respiración. Además, consume el 30 por ciento del agua potable del mundo", recordó Caporaletti.

"Con 10 kilos de alimento balanceado uno puede obtener un kilo de 'bife' (carne vacuna), tres kilos de carne porcina y cinco kilos de carne aviar", explicó el biólogo respecto a los motivos de la crianza.

En cambio, con los mismos 10 kilos "uno puede obtener nueve kilos de insecto, y esto es porque el insecto no termoregula".

"Los mamíferos y las aves termoregulan, invierten mucho de esa energía que uno le da en mantener su temperatura interna. El insecto, todo lo que consume, va a crecimiento", apuntó Caporaletti.

Detalló que además estos insectos emiten muy pocos nitratos y muy pocos desechos de materia fecal.

"En comparación, la ganadería, tanto bovina como aviar, emiten grandes cantidades de desechos, que por lo menos en la cría en 'feed-lot" (corrales de engorda) es un problema por su tratamiento, y por la contaminación de afluentes y aguas superficiales y profundas", abundó.

Mencionó, además, que los grillos suponen un recurso aprovechable en su totalidad, ya que no tienen cuero ni huesos que descartar.

"Los grillos tienen más del 40 por ciento de proteínas. Es una proteína de animal de alta calidad y la composición vitamínica adecuada para lo que es nuestra dieta, que no tiene nada que envidiar a lo que es la carne (de vaca) o el pollo", resaltó. Fin

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Palabras clave : Argentina-Grillos

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