Por René Quenallata Paredes

LA PAZ, 6 feb (Xinhua) -- Los positivos indicadores macroeconómicos registrados en Bolivia el año pasado están acompañados de la segunda inflación más baja en la región, índice que refleja signos de estabilidad y crecimiento favorable del país, afirmaron expertos.

En 2018, Bolivia acumuló una inflación de 1,51 por ciento, la segunda más baja de la región después de Ecuador (0,34 por ciento), según el informe del estatal Instituto Nacional de Estadística (INE) de Bolivia.

Para enero de 2019, la tasa de inflación de Bolivia subió un 0,23 por ciento respecto a diciembre y fue menor a la registrada en enero de 2018 (0,3 por ciento).

El economista Omar Velasco consideró que el resultado es consecuencia del esfuerzo de la gestión por mantener el poder adquisitivo, así como el buen desempeño de la agricultura.

El año pasado, más del 50 por ciento de los precios de bienes se incrementaron en Bolivia, 44 por ciento disminuyeron y 7 por ciento permanecieron constantes, señaló el especialista con base en estadísticas del INE.

"Cuando la inflación está bajando podría entenderse como signo de ralentización del consumo doméstico que dificulta las ventas. Esta hipótesis ha sido utilizada políticamente por opositores, como una señal de desaceleración económica. Lo cierto es que el consumo de las familias no se ha desacelerado", dijo Velasco.

Se refirió también a lo que llamó la inflación importada, es decir, cuando los países limítrofes han depreciado sus monedas abaratando sus productos que ingresan a Bolivia.

Según el economista, si bien se registra una pequeña disminución en los precios de algunos productos de origen extranjero como artículos de limpieza, implementos del hogar, aparatos electrodomésticos y ropa, en general su incidencia es mínima de menos 0,13 por ciento.

En cuanto al precio de alimentos, una mayoría lo mantuvo o bajó en 2018 respecto a 2017.

"Esta es la razón principal de la menor inflación y se debe a la buena campaña agrícola que incluso ha reducido las necesidades de importaciones de varios de estos alimentos", comentó el entrevistado.

Sintetizó que bajo este contexto, la baja inflación es signo de estabilidad económica y crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).

A su vez, el ex funcionario del Banco Central de Bolivia (BCB), Luis Ballivián, recordó que el país sufrió la inflación más alta de América Latina en la década de 1980.

En 1984, Bolivia tuvo una hiper inflación de 2.177 por ciento, mientras que en 1985 alcanzó 8.170 por ciento.

"Estas cifras destruyeron la estructura productiva del país, así como la economía en general", expresó Ballivián.

El también economista mencionó que en la última década Bolivia mantiene una inflación de un dígito en un promedio de 4 por ciento.

Recordó que luego de tres años de contracción, el año pasado se experimentó un crecimiento económico moderado en la región.

Los precios internacionales de las materias primas tuvieron a su vez un desempeño lento y hubo una frágil recuperación en América del Sur.

Según el experto, en Bolivia se mantuvieron las políticas expansivas implementadas desde la caída de los precios de las materias primas en 2014, para sostener el dinamismo de la actividad económica.

"Estas acciones permitieron que Bolivia se destaque una vez más con una inflación entre las más bajas y un crecimiento entre los más altos de la región sudamericana", indicó Ballivián.

Destacó que el BCB intensifique la orientación expansiva de la política monetaria frente a un descenso excepcional de la liquidez.

Respecto a la política cambiaria, dijo que se mantuvo la estabilidad del tipo de cambio nominal, lo que contribuyó a implementar la política monetaria expansiva.

Contribuyó también a fijar las expectativas del público sobre el valor del dólar, mantener baja la inflación importada e impulsar el proceso de "bolivianización".

En el Presupuesto General del Estado de 2019, el gobierno de Bolivia proyectó un crecimiento económico del 4,7 por ciento, una inflación del 4,04 por ciento y el incremento de la inversión pública a 6.510 millones de dólares para dinamizar la economía interna. Fin