China se ha comprometido a utilizar una estrategia de medidas múltiples para combatir la polución del aire en el país, según un plan de acción del gobierno dado a conocer hoy jueves.
China tiene como objetivo reducir su consumo de carbón por debajo del 65 por ciento del total de su consumo de energía primaria de cara a 2017, medida que forma parte de los esfuerzos del país para acelerar el reajuste de la estructura energética y aumentar el suministro de energía limpia, dice el plan, cuyo texto íntegro ha sido publicado en la página web oficial del gobierno central.
A los nuevos proyectos que se construirán en la región que abarca la capital china de Beijing, la municipalidad de Tianjin y la provincia de Hebei, en el norte, así como en las zonas tanto del delta del río Yangtse como del río de la Perla, en el sur, se les prohibirá construir sus propias centrales eléctricas alimentadas con carbón, señala el plan.
En 2017, la capacidad total de los reactores nucleares en operación llegará a 50 millones de kilovatios y la cuota de energía proveniente de combustibles no fósiles subirá al 13 por ciento del consumo total de energía primaria, agrega el documento.
En virtud del plan, el país también está planeando recortar el consumo energético por unidad del valor agregado industrial en alrededor de un 20 por ciento para 2017 en comparación con 2012.
De acuerdo con el gobierno, las plantas combinadas de calefacción y electricidad sustituirán gradualmente a las calderas eléctricas de carbón descentralizadas en los grupos de empresas de ingeniería química, fabricación de papel y producción de tintes y curtidos para reducir las emisiones.
China acelerará la construcción de instalaciones de desulfurización, desnitrificación y filtración del polvo en las plantas alimentadas por carbón, las fábricas de acero y las plantas de cemento, añade el documento.
El plan también pide la modernización tecnológica de las empresas de refinería para mejorar la calidad del combustible, que afecta a las emisiones de los vehículos motorizados.
Además, el gobierno chino se ha marcado el objetivo de eliminar los vehículos altamente contaminantes, identificados con una etiqueta amarilla, de cara al 2017.
Como parte de una amplia campaña de lucha contra la contaminación atmosférica, China impulsará la transformación y la modernización de las industrias y reforzará el control sobre las industrias altamente contaminantes de uso energético intensivo.
El país hará mayores esfuerzos para eliminar la capacidad de producción anticuada de los sectores del hierro y el acero, el hormigón, el aluminio electrolítico y el vidrio plano, indica el documento.
Por otra parte, se impondrán sanciones más severas por la violación de los requisitos de conservación energética, seguridad y protección del medio ambiente, aplicando estrictamente los estándares correspondientes para apoyar la eliminación gradual de la capacidad de producción excesiva.