Las protestas dan al gobierno un sentido de urgencia

Para una sociedad que cuenta con varios conflictos como China, las protestas en todo el mundo en 2011 proporcionan lecciones de gran valor: Occidente intentará influenciar en las emociones internas de los países emergentes como forma de competir con ellos y China debería ser consciente de esto.

(SPANISH.CHINA.ORG.CN) - No es baladí que la revista ‘Time’ eligiera al “manifestante” como personalidad el año 2011, dado que las protestas durante este año han sido grandes influencias en el mundo árabe y occidental.

Cuando un gran número de personas se reúnen para protestar, significa que los canales legales para resolver los problemas están parcialmente bloqueados. El movimiento ‘Occupy Wall Street’ nos indica que la gobernanza social en todos los países está haciendo frente a problemas.

En Occidente, las protestas se han convertido en una válvula de escape para la rabia social, ya que la sociedad mayoritaria en esos países es muy tolerante hacia las protestas. Mientras, en Oriente Medio y el norte de África, las protestas han servido como medio para conseguir cambios de régimen.

Pero, ¿realmente los regímenes de países como Egipto fueron derrocados por las protestas? Depende.

El estancamiento económico y social en esos países no fue causado por las protestas, pero éstas permitieron a la gente revisar su situación.

Es imposible salvar un país sin esperanza. Algunos países de Oriente Medio no pudieron hacer nada sino observar cómo las protestas crecían hasta convertirse en una llamada nacional a las armas. Sin embargo, el problema ahora es que no todos los países que sufren protestas carecen de esperanza.

Por lo tanto, ¿quién tiene derecho a decidir la naturaleza de las protestas en estos países? Actualmente, este derecho está principalmente en manos occidentales.

Es difícil para los países no occidentales resistir la injerencia de Occidente en sus movimientos de protesta.

Las protestas se llevan a cabo por varios intereses. Su mérito es siempre relativo y la racionalidad de sus metas es incierta. Pero cuando la rabia domina la esfera pública, la gente apenas se detiene a considerar estas cuestiones. Para una sociedad que cuenta con varios conflictos como China, las protestas en todo el mundo en 2011 proporcionan lecciones de gran valor.

En primer lugar, China no debería compararse de manera poco realista con Occidente en términos de libertad de protesta. Pocos países en desarrollo pueden.

Segundo, China debería aceptar las protestas hasta cierto punto. La ciudadanía china debería tener la capacidad independiente de juzgar la situación política nacional.

En tercer lugar, ya que las protestas y manifestaciones no se fomentan en China, los gobiernos deberían tomar la iniciativa en la apertura de los canales de gobernanza social.

China debería esforzarse en lograr mejoras en las condiciones de vida, combatir la corrupción y hacer real la igualdad social. Las autoridades chinas deben tener el mismo sentido de urgencia incluso sin protestas a gran escala.

La popularidad de las protestas es parte de la globalización. Es inevitable. Dejar que una sociedad floreciente se ahogue en protestas es una gran lástima.

Occidente intentará influenciar en las emociones internas de los países emergentes como forma de competir con ellos. China debería ser consciente de esto.

Sea como fuere, China aún necesita varias décadas para ser política y culturalmente confiada frente a Occidente. (Publicado originalmente en ‘Huanqiu Shibao’)

 

Palabras clave : China, protestas, Oriente Medio, Egipto, Occidente, África, globalización, sociedad, política, sistema

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