Una visión estrecha limita el poder del discurso de China

A menos que China rompa con su egocentrismo de mentalidad cerrada y su provincialismo con los temas internacionales, y empiece a conceder la atención debida a otros países, los académicos chinos seguirán siendo excluidos de la escena internacional.

Por Tang Shiping*

(SPANISH.CHINA.ORG.CN) - Un tema común entre los medios y académicos chinos actualmente es cómo podemos conseguir una audiencia más amplia y ganar más poder de discurso a la hora de exponer nuestra visión sobre los asuntos internacionales.

Esta discusión es beneficiosa. Necesitamos afrontar unas circunstancias y un clima político internacional siempre cambiantes para conformar unas narrativas nuestras que sean autoconsistentes e intelectualmente plausibles.

Necesitamos comenzar a tomar la iniciativa para presentar nuestras propias teorías y romper el esquema existente basado en seguir pasivamente las ideas y sugerencias de otros países.

Ganar audiencia no equivale a buscar atención, lo cual excluye el nivel de respeto que el primer concepto conlleva. Podemos dar voz a nuestra opinión, alta y decisivamente cuandoquiera que lo deseemos, pero no atender a los intereses de la audiencia sólo puede hacernos sonar rudos y fuera de tono.

Considero nuestro egocentrismo de mentalidad cerrada como la razón principal por la que China es incapaz de participar en pie de igualdad en el debate internacional. Parece que, durante mucho tiempo, sólo hemos querido tomar parte en discusiones que estaban directamente relacionadas con nuestros propios intereses.

A menos que rompamos con este esquema de provincialismo y empecemos a conceder la atención debida a otros países, seguiremos siendo excluidos de la escena internacional.

El deseo de discutir abiertamente sobre las cuestiones de otros países es fundamentalmente distinto a intervenir. Basándonos en las evidencias que nosotros mismos reunamos, nuestros análisis y recomendaciones puede que sean útiles o quizá no; pero el objetivo es ayudar en beneficio de los demás.

Si los expertos chinos sobre la Eurozona hubieran expresado sus preocupaciones sobre las debilidades estructurales y fallas sistemáticas del euro cuando fue adoptado, ¿cómo verían los países europeos a China hoy? Ciertamente, sería una ventaja para la imagen nacional de China.

Es una vergüenza que, en realidad, estuviéramos demasiado preocupados sobre al incipiente relación sinoeuropea. No optamos por declarar nuestra aprehensión, sino que defendimos con empeño la unificación de la Eurozona y sus ventajas financieras.

Pudimos haber actuado así simplemente para contraequilibrar el dominio del dólar estadounidense en aquel momento. La evidencia y el análisis que tuvimos entonces fueron valiosos. Pero al no haber hablado claro, cualquier crítica que pudiéramos haber hecho luego habría llegado demasiado tarde y sería inútil y contraproducente.

La misma teoría se aplica a la recesión global de 2008. Si los académicos chinos hubieran expuesto sus preocupaciones sobre las burbujas inmobiliarias en Estados Unidos, ¿cómo habría cambiado el perfil del ‘soft power’ de China? ¿Cómo contemplarían los estadounidenses el poder intelectual de China ahora?

Por desgracia en aquel momento, fuimos tan pusilánimes y obedientes como el resto del mundo al no expresar objeciones.

Para poder ofrecer análisis de calidad, tenemos mucho trabajo que hacer. Deberíamos ser conscientes de nuestra falta de interés, y por lo tanto de comprensión, sobre el resto del mundo.

Es una buena señal la tendencia actual a contar con centros de investigación centrados en asuntos internacionales en las principales universidades.

Pero me interesan más las políticas académicas internas, como los incentivos para impulsar las publicaciones en lenguas extranjeras y periódicos foráneos. La asignación de fondos debería también ser más generosa para la investigación internacional.

Y los que estudian en el extranjero deberían darse cuenta de que la metodología y los modelos que uno aprende en otros países no son un instrumento que deba usarse sólo con los asuntos de China.

China necesita claramente más intelectuales que compartan una visión extensa y amplia sobre el mundo, como reemplazo necesario para todos esos académicos que recurren a expresiones efectistas y sedientos de atención que pululan por este campo actualmente.

*Tan Shiping es profesor de la Facultad de Relaciones Internacionales y Asuntos Públicos de la Universidad Fudan (Shanghái). Publicado originalmente en Global Times.

Las opiniones vertidas en este artículo corresponden a su autor y no coinciden necesariamente con las de CHINA.ORG.CN.

Palabras clave : china, visión estrecha, discurso

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