Artículo de Fin de Año: China no pretende ser salvador del mundo pero sigue siendo punto positivo en frágil economía global

Tres años después del comienzo de la crisis financiera global, la economía mundial termina el año 2011 más frágil que nunca.

Las naciones industriales están profundamente envueltas en una sustancial recesión, altas tasas de desempleo y unas complicadas crisis de la deuda soberana, mientras que los mercados emergentes están equilibrando cuidadosamente sus luchas contra la inflación y sus medidas de relajación para estimular el crecimiento en medio de unas condiciones externas en deterioro.

Pero China, que oficialmente superó a Japón este año convirtiéndose en la segunda economía más grande del mundo, se ha mantenido como el punto positivo que tanto necesita la economía mundial, con el crecimiento del país, aunque ligeramente ralentizado, manteniéndose por encima de la media global.

Con una base manufacturera enorme y altamente competitiva, China ha sido apodada desde hace tiempo la "Fábrica Global". Pero, con una clase media cada vez más próspera y una demanda doméstica que no para de expandirse, los 1.300 millones de consumidores chinos también están creando uno de los mayores mercados para productos de todas las partes del planeta.

El nuevo rol de China como mercado global se cimentará aún más con la firme implementación en el país de los ajustes económicos derivados de la crisis financiera global, rebajando su excesiva dependencia en las exportaciones y desarrollando plenamente el potencial de su mercado doméstico.

El proceso supondrá no solo un impulso para la frágil economía mundial, si no que también será un estímulo a largo plazo para la sostenibilidad de la economía china.

UN AÑO DE INCERTIDUMBRES Y AGITACION ECONOMICA

El brote de la crisis financiera global marcó el comienzo de uno de los periodos de mayor volatilidad económica en las seis décadas que han seguido a la Segunda Guerra Mundial.

Tras una recuperación relativamente rápida desde la segunda mitad de 2009 a 2010, parece que la economía global se ha quedado sin gas en 2011 al desaparecer los efectos de las medidas de estímulo sin precedentes llevadas a cabo por parte de los gobiernos, y con un sector privado que no ha conseguido impulsar la estancada economía.

"Nunca se esperó que el fuerte repunte cíclico en la producción industrial y el comercio globales en 2010 se mantuviera", dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su Informe sobre las Perspectivas de la Economía Mundial publicado el pasado mes de septiembre, titulado "Desaceleración del crecimiento, agudización de los riegos".

"Sin embargo, en las economías avanzadas, especialmente en EEUU, la transición de la demanda pública a la demanda privada está tardando más de lo previsto", explica el documento, "además, los problemas de la deuda soberana y del sector bancario en la zona del euro han resultado mucho más tenaces de lo previsto".

Según la institución de préstamo global, los países desarrollados, que han sido el motor de la economía mundial durante muchas décadas, podrían ver una ralentización del crecimiento desde el 2,2 por ciento del año pasado hasta un 1,6 por ciento este año.

La situación más seria se encuentra en Europa, donde las actuales crisis de deuda soberana han provocado miedos sin precedentes entre los inversores globales, que temen que el impago por parte de algunos países europeos agobiados por las deudas paralicen el sistema bancario europeo, creen una crisis crediticia y sumerjan a la economía mundial en otra dura recesión, llegando incluso a poner en peligro la propia existencia de la eurozona.

Al otro lado del Atlántico, la economía de EEUU ha cogido algo de empuje en el tercer semestre de este año con una tasa de crecimiento anualizado del 2,5 por ciento, aunque la cifra se queda muy corta de lo que sería necesario para poner a trabajar a los 14 millones de estadounidenses actualmente desempleados, o para recortar sus 15 billones de dólares de deuda pública que sigue aumentando.

La economía más grande del mundo ha sido desprovista de su calificación crediticia de máximo nivel el pasado mes de agosto a manos de una de las mayores agencias crediticias a nivel global. Los inversores, tanto de dentro como de fuera del país, han estado dando la voz de alarma sobre la sostenibilidad de la política fiscal de EEUU, con los grandes partidos políticos del país norteamericano enfrascados en una amarga lucha partidista, y no haciendo nada por poner el ámbito fiscal del país en orden.

Al mismo tiempo, las naciones en desarrollo, que han disfrutado de un robusto crecimiento en la fase inicial de la recuperación, también están viendo como su actividad económica se ralentiza hasta un 6,4 por ciento, en vez del 6,6 por ciento estimado previamente para el año 2011, según el FMI.

Las economías emergentes tienen que lidiar con problemas como una demanda debilitada en los países industriales, el precio del barril de crudo por encima de los 100 dólares y las volátiles fluctuaciones de las tasas de cambio de divisas.

El desolador panorama económico tanto del norte como del sur ha erosionado profundamente la confianza de negocios y consumidores, atrapando a la economía mundial en una situación precaria.

CHINA SIGUE SIENDO UN PUNTO POSITIVO

En este contexto de lenta recuperación mundial, China, que emergió de la severa crisis económica mundial prácticamente indemne, continúa siendo un punto positivo, con unas perspectivas de crecimiento del 9 por ciento este año, eclipsando al resto de las grandes economías del mundo.

El economista del FMI Sun Tao dijo a Xinhua que "en 2011, China ha mantenido un rápido crecimiento económico, a pesar de los vientos en contra producidos por la lenta recuperación económica mundial y los volátiles mercados financieros globales. La recuperación económica se encuentra sobre una base sólida, impulsada por una vigorosa demanda doméstica y externa".

"Con el uso extenso y proactivo de las políticas macroeconómicas y financieras, China ha conseguido aliviar la presión inflacionaria de los bienes de consumo y de los mercados de activos. Todos estos impresionantes logros demuestran la robustez del ímpetu de crecimiento y de la política de empresa de China", afirmó el citado economista.

Una década después de la entrada de China en la Organización Mundial de Comercio, China ha construido una compleja y sustancial red de comercio con países de todo el mundo, lo que significa que el rápido crecimiento económico del país asiático no está solo beneficiando a su propio pueblo, si no que también está ayudando a estimular el crecimiento económico de sus socios comerciales.

La demanda de China tanto de crudo como de otras materias primas ha supuesto un gran impulso para naciones ricas en recursos como Australia, Brasil y Angola. Su rol como una de las partes críticas de la cadena de suministro global también significa que ha estado importando grandes cantidades de componentes eléctricos de países como Japón y Corea del Sur.

Es más, sus 1.300 millones de consumidores están comprando cada vez más tipos de productos, desde frutas tropicales del Sudeste Asiático, hasta productos de lujo de EEUU y Europa.

"El robusto crecimiento económico de China en 2011 ha sido una contribución vital a la economía mundial. Primero, reforzó los esfuerzos globales para prevenir una pronunciada ralentización económica. Segundo, ha ayudado a prevenir una pérdida sistémica de la confianza en los mercados financieros globales en medio de la crisis financiera global. Y tercero, podría ayudar a crear cierto espacio de acomodación para que los países afectados por la crisis lleven a cabo reformas estructurales decisivas", dijo Sun.

Para muchos países, la economía china, en auge, les ofrece grandes oportunidades en lo que a exportaciones e inversión se refiere.

Según las estadísticas del Ministerio de Comercio de Indonesia, en los primeros nueve meses de este año, las exportaciones de productos, excluyendo el petróleo y el gas, a China aumentaron un 60,1 por ciento interanual, compensando la caída de las exportaciones al mercado de EEUU.

Para asegurar la sostenibilidad del desarrollo económico a medio plazo, China ha intensificado sus esfuerzos para implementar reformas estructurales económicas según aparecen reflejadas en el 12º Plan Quinquenal, lo que significa que el crecimiento del país se ralentizará ligeramente en los próximos cinco años, lo que resulta necesario para preparar a la nación para el crecimiento futuro.

El mes pasado, las exportaciones de China aumentaron solo un 13,8 por ciento interanual, la cifra más baja registrada en los últimos nueve meses, mientras que las importaciones aumentaron un 22,1 por ciento, siguiendo la tendencia al alza del mes de octubre, que registró una subida del 28,7 por ciento.

La reducción del superávit comercial se corresponde con la previsión del gobierno de que el superávit comercial de 2011 caería hasta 150.000 millones de dólares, desde los 183.000 millones de año pasado, en lo que representa el tercer año consecutivo de tendencia a la baja.

El objetivo ha mostrado la determinación de Beijing de desarrollar una economía más equilibrada, impulsando la demanda doméstica, y separándose de la fuerte dependencia previa de las exportaciones.

La expansión del mercado doméstico creará un mercado de exportaciones crucial para los productos y servicios de otras naciones, creando más oportunidades laborales y estimulando el crecimiento económico.

CHINA SE UNE A LOS ESFUERZOS INTERNACIONALES PARA LUCHAR CONTRA LA CRISIS

Además de ofrecer amplias oportunidades de comercio e inversión para otros países en tiempos de crisis, China, como miembro del Grupo de los 20 (G20), la principal plataforma para la coordinación y cooperación económica internacional en un mundo post-crisis, también se ha unido activamente a los esfuerzos internacionales para mitigar los efectos adversos de la crisis financiera global.

Durante la sexta cumbre del G20, celebrada en la ciudad francesa de Cannes el pasado mes de Noviembre, China y otros países emergentes e industriales prometieron mejorar aún más las políticas de coordinación para asegurar un crecimiento económico fuerte, equilibrado y sostenible.

Los líderes también hicieron un llamamiento para una mejor regulación financiera, y una reforma del sistema monetario global, para evitar cualquier posible repetición futura de la crisis.

En el sudeste asiático, los vecinos cercanos de China se han beneficiado sobretodo de su profunda participación en la integración y el comercio regionales.

Sundram Pushpanathan, vicesecretario general de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, siglas en inglés), alabó la contribución de China al crecimiento económico de los países miembros de la ASEAN.

"ASEAN y China... 'poseen' una de las mayores Areas de Libre Comercio (ALC) del mundo", dijo refiriéndose al Area de Libre Comercio China-ASEAN (ACFTA, siglas en inglés).

El acuerdo de libre comercio, que entró en vigor el 1 de enero de 2010, no solo ha mejorado la economía en la región del este asiático, si no que "ha contribuido de manera significativa a facilitar el comercio global", afirmó Pushpanathan.

Según el Ministerio de Comercio de China, el país asiático ya se ha convertido en el mayor socio comercial de la ASEAN, mientras que la asociación ocupa el tercer lugar en la lista de socios comerciales de China, por detrás de la Unión Europea y de EEUU.

El doctor Sri Adiningsih, cofundador de los Estudios de Asia Pacífico de la Universidad Gadjah Mada de Indonesia, dijo a Xinhua que "China ha estado actuando como el eje de la economía del este de Asia (y) que se convertirá en la columna vertebral de la economía mundial... por lo que es muy importante conseguir que la ASEAN se lleve bien con China en las vísperas del despertar de la economía mundial".

Además de la cooperación regional, China también ha ayudado directamente a algunos países cuyas economías han sufrido mucho por la crisis.

El mes pasado, China prometió conceder estatus de aranceles cero a algunos de los países menos desarrollados, con el objetivo de ayudarles a restaurar sus dañadas exportaciones.

CHINA TRABAJARA JUNTO CON EL MUNDO EN 2012

Dado el anémico rendimiento de de la economía global en 2011, varios comités de expertos han presentado la posibilidad de que se produzca una recesión completa el año que viene, oscureciendo aún más el ya sombrío panorama de la recuperación económica.

Es cierto que el futuro estará repleto de retos, pero algunos de los recientes logros económicos y políticos nos han ofrecido la esperanza de que puede que la peor de las situaciones no se materialice.

Los líderes europeos llegaron el pasado viernes a un acuerdo histórico para imponer una disciplina de presupuestos más dura en los países de la eurozona para detener los efectos devastadores de las crisis de la deuda.

El pacto fiscal aprobado por todos los países de la eurozona, construirá una unión fiscal y económica más profunda para la eurozona, consiguiendo así elevar la integración del continente hasta un nuevo nivel.

En Estados Unidos, la recuperación parece estar dando algunos signos positivos. Los fabricantes han informado de que la demanda de negocios norteamericanos está mejorando. Las ventas al pormenor y de coches están repuntando, mientras que la tasa de desempleo descendió el mes pasado hasta su nivel más bajo desde la primavera de 2009.

Por su parte, China seguirá sirviendo como fuerte motor para el crecimiento mundial en 2012, buscando un crecimiento estable y relativamente rápido en medio de una perspectiva global "extremadamente desalentadora y complicada", según unas declaraciones publicadas tras la clausura de una conferencia de economía central el pasado miércoles.

La conferencia, de tres días de duración, acordó que el lema del desarrollo económico y social del año que viene sea "Realizando progresos, manteniendo la estabilidad", según la citada declaración.

Aunque se espera una ralentización del crecimiento del Producto Interior Bruto el año que viene, la tasa de crecimiento se mantendrá en un nivel cómodo, según las previsiones de economistas chinos y extranjeros.

El próximo año China ni será, ni pretenderá ser, el salvador del mundo. Pero el país asiático, con un ímpetu de fuerte crecimiento, está preparado para enfrentarse a los retos que se presenten, para ayudar al mundo a conseguir una recuperación económica global completa y sostenible. Fin

Palabras clave : Fin de Año-China-Economía Mundial

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