Preservación de la salud con acupuntura y la técnica de su aplicación
La supuesta preservación de la salud con acupuntura se implica excitar con aguja en cierto punto del cuerpo humano con el fin de avivar la energía vital de los meridianos y colaterales, de modo que se vigorice el metabolismo y fortalezca la salud, prolongando la vida. Este método es lo que llamamos preservación de la salud con acupuntura. Pese a que es básicamente idéntico el método de tratamiento de las enfermedades con acupuntura, es diferente en el punto de mira. Pues el tratamiento de enfermedad tiene como objetivo equilibrar el yin y el yang, y la abundancia y la deficiencia entre la energía vital y la sangre. Mientras que la acupuntura de preservación de la salud persigue fortalecer la salud, avivar el metabolismo con el fin de prolongar la vida. Precisamente por la diferencia respecto a su objetivo, la elección de puntos y el método de la aplicación de la aguja son diferentes. Para la preservación de la salud se ejercita una excitación de grado apropiado en pocos puntos seleccionados que rinden efectos de tonificación.
La moxibustión para la preservación de la salud se trata de uno de los métodos peculiares de China para la conservación de la salud, no sólo puede fortalecer la salud, sino también curar pacientes débiles de enfermedad crónica. Se aplica moxibustión en ciertos puntos corporales para armonizar las funciones de la energía vital y la sangre, regular los meridianos y colaterales, nutrir los órganos y vísceras, con el fin de prolongar la vida. La Introducción de la medicina reza: “Para la parte donde el fármaco no tiene efecto y la aguja no alcanza, es susceptible aplicar la moxibustión”, ello indica que la moxibustión tiene un efecto que la aguja y el fármaco no rinden resultados. Sobre el efecto de preservación de la salud del moxibustión, en el Apunte de experiencias de Bian Que se registra claramente: “Si una persona sin enfermar calienta con frecuencia con moxa los puntos Guanyuan, Qihai, Mingmen, etc. si bien no gozará de una longevidad, podrá tener una vida de más de cien años”.
El ángulo, la dirección y la profundidad con que se inserta la aguja constituyen los requisitos para la aplicación de la acupuntura. Un correcto manejo de los tres factores es el eslabón importante en la obtención de la acantestesia, en la aplicación de tonificación o debilitación, además de elevar el efecto y prevenir accidentes. La certeza de la localización del punto no sólo se refiere a su ubicación en la superficie de la piel, sino que se debe combinar con un correcto ángulo, dirección y profundidad de la inserción de la aguja, sólo de esta manera se puede lograr un efecto curativo a través de los puntos. Por lo tanto, no se puede tomar simplemente el punto de acupuntura como un punto superficial, sino tomarlo como un punto tridimensional.
En la clínica, si se inserta una aguja en un mismo punto con diferente ángulo, dirección y profundidad, resulta algo diferentes el tejido a que alcanza la aguja, la acantestesia y el efecto del tratamiento. Para los médicos clínicos, la destreza con que maneja la aguja está estrechamente vinculada con el apropiado control del ángulo, dirección y profundidad de la inserción de la aguja. Mientras estos tres factores que se adopta cuando se aplica la acupuntura se maneja de manera flexible en función de la parte implicada, el requerimiento del tratamiento y la constitución del paciente.
1. Angulo de la inserción de la aguja
El ángulo de la inserción de la aguja se refiere a la inclinación axial respecto a la superficie de la piel. El grado del ángulo se determina en conformidad con la localización del punto, la naturaleza de la enfermedad, la parte afectada y la técnica del manejo de la aguja, que se clasifica en general en vertical, oblicua u horizontal.
1.1 Inserción vertical de la aguja: La aguja se inserta en el punto a un
grado de 90° respecto a la superficie de la piel. Es aplicable para la mayoría de los puntos, sobre todo para aquellos localizados en zonas de abundante músculo.
1.2 Inserción oblicua: Se inserta la aguja en el punto a un grado de 45°
respecto a la piel. Es aplicable para zonas de piel y músculo delgados, o por donde hay órganos importantes, o puntos inconvenientes para la inserción vertical y profunda y puntos en las articulaciones. Se usa con frecuencia la inserción oblicua de la aguja en la movilización y regulación de la energía vital.
1.3 Inserción horizontal de la aguja: También se llama inserción a ras
subcutánea, a un grado de 15° con respecto a la superficie de la piel. Es aplicable para las zonas de piel delgada y reducida cantidad de músculo, tales como en puntos del cráneo, rostro y tórax. Se usa en la inserción atravesadora, en la parte craneal, en la muñeca o tobillo.
2. Dirección de la inserción de la aguja
La dirección de la inserción de la aguja se refiere al rumbo con que apunta la punta de la aguja antes y después de filtrarse en la piel. Es determinada según el sentido de recorrido del meridiano, las zonas por donde se distribuyen los puntos y el tejido que se quiere alcanzar. La dirección de la inserción de la aguja está relacionada con el ángulo que se inserta la aguja, por ejemplo, se usa inserción horizontal en los puntos del rostro, de la garganta y de la línea central del tórax. Se suele usar la inserción oblicua en los puntos del costado del tórax, y la inserción vertical se usa principalmente en los puntos del abdomen, mientras en los puntos de la cintura y espalda se usa la inserción oblicua o vertical y en los de los extremidades se usa en general la inserción vertical. El ángulo de la inserción de la aguja depende principalmente de la zona donde se ubican los puntos y la dirección de la inserción de la aguja se determina en función de las necesidades del tratamiento.
Tomemos como ejemplo el punto Jiache, en el tratamiento de enfermedades de mandíbula, rostro y el bloqueo de la mandíbula, la punta de la aguja se dirige oblicuamente hacia la parte occipital, haciendo extender la acantestesia hasta todo el rostro; cuando se trata de la parálisis facial, la punta de la aguja se inserta horizontalmente hacia la comisura; y para tratar la papera, la aguja se inserta oblicuamente hacia la glándula parótida, y para quitar el dolor de muela, se usa la inserción vertical.