Li Lina descubrió una nueva forma de ver el mundo en uno de los lugares más desolados del planeta, rodeada de trozos de hielo flotantes, una capa interminable de nieve y pingüinos. “Era la primera vez que me sentía abrumada por una forma de belleza tan superlativa de la naturaleza”, afirma Li, que termino sus estudios de posgrado este año en la Universidad de Pekín.
Ahora, se siente desconsolada cada vez que observa cómo el clima acelera la desaparición de los glaciares y destruye un lugar de tanta pureza. Con la imagen de la amenazada Antártida, Li desarrolló un gran interés por el cambio climático y se unió a Youngo, una organización juvenil de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático.
El año pasado tomó parte en la cumbre de Copenhague como miembro a la cabeza de la delegación de jóvenes chinos, el primer grupo no gubernamental de jóvenes del país que tomó parte en los debates climáticos.
Mientras que muchos de los delegados regresaron a sus países a concentrarse en sus carreras tras la cumbre, Li ha pasado todo su tiempo libre desde julio reuniendo un nuevo equipo para Cancún, México, que albergará la próxima cumbre climática. Además, trabaja a tiempo completo en una empresa de Beijing.
“Muchos de mis colegas no pueden entender mi devoción”, asegura; “Pocos pueden atreverse a volver a pasar por la misma intensa presión otra vez”.
Li explica que en Copenhague todos estaban ocupados estudiando los materiales durante la noche para los encuentros del día siguiente, buscando a los participantes más relevantes y haciendo un seguimiento de las reuniones para luego publicar esa información en blogs para que todo el mundo tuviera acceso a lo que ocurría.
“El apretado horario nos dejaba exhaustos, sudando a pesar del frío, y las negociaciones eran larguísimas”, cuenta.
En los últimos meses, Li ha estado preparándose una vez más para la próxima cumbre de Cancún, con el fin de mejorar la capacidad del equipo. Muchos de los participantes, sin una formación especializada, se sienten perdidos entre la terminología climática. Este año, según Li, la delegación de jóvenes de China “ha tenido tiempo para prepararse”.
“Nuestra misión es servir de puente, retomando las ideas de los jóvenes y llevando sus preguntas vía internet para preguntarlas en México”, explica. “No sólo estaremos presentes, sino que queremos colaborar con otras delegaciones de jóvenes de todo el mundo para marcar la diferencia en las negociaciones del clima de la ONU”.
Como estudiante de relaciones internacionales en la Universidad, Li siempre ha estado muy interesada y participa en actividades internacionales. A finales de 2008 supo del programa ‘Leadership on the Edge’ destinado a mejorar las capacidades de liderazgo de los participantes y la concienciación medioambiental durante una exploración de la Antártida.
Dada la profusa experiencia de Li en materia internacional, fue elegida por Robert Swan, iniciador del programa y la primera persona que ha visitado los polos norte y sur, y promotor de la construcción de una estación educativa en la Antártida que funcional completamente con energía renovable.
“Gracias a Swan, he aprendido que uno puede contribuir enormemente al medio ambiente mediante el esfuerzo individual y que nuestras acciones pueden ser realmente inspiradoras y estimulantes para animar a otros”, afirma Li.