Al manejar con acierto su economía en medio de la crisis financiera global, China ha hecho importantes contribuciones a la recuperación de la economía mundial, manifestaron recientemente varios expertos en Beijing.

"El hecho de que China lograra salir de la crisis económica más temprano que otras economías importantes no significa que el país haya obtenido más beneficios. El mundo en su conjunto se ha beneficiado más del robusto crecimiento de China durante la crisis", opinó Zhao Jinping, especialista del Centro de Investigación del Desarrollo del Consejo de Estado (gabinete).

Al igual que otras importantes economías, China también fue golpeada duramente por la recesión global, sufriendo oleadas de despidos y una contracción de su comercio, especialmente en la segunda mitad de 2008, añadió Zhao.

En noviembre de 2008, China lanzó un paquete de estímulo económico por 4 billones de yuanes (589.670 millones de dólares), y modificó su política fiscal de "prudente" a "proactiva" y su política monetaria de "ajustada" a "moderadamente relajada". De esta forma el país se convirtió en uno de los primeros en adoptar planes de estímulo a gran escala.

"Fueron justamente estas políticas, oportunas y efectivas, las que hicieron que China saliera de la crisis económica más temprano que otras naciones", señaló Zhao.

En 2009, el Producto Interno Bruto (PIB) del país aumentó un 8,7 por ciento, excediendo la meta oficial prevista de 8 por ciento. Y el crecimiento se aceleró hasta alcanzar el 11,9 por ciento en el primer trimestre de este año, de acuerdo con las autoridades nacionales de estadísticas.

Al mantener su propio crecimiento, China también ha inyectado energía a la economía mundial a través de sus medidas de incentivo, ofreciendo mercado a las exportaciones de sus socios comerciales y promoviendo la confianza en la recuperación, añadió el experto.

Por su parte, Robert Lawrence Kuhn, banquero de inversión internacional y autor del libro "Cómo piensan los líderes chinos" (How China´s Leaders Think), opinó que este país asiático ha venido ayudando y sigue haciendo aportes a la recuperación mundial con su paquete de estímulo y otras medidas destinadas a promover el consumo interno.

"Todo el mundo reconoce que la rápida respuesta de China frente a la crisis no sólo le ha permitido mantener su estabilidad y crecimiento, sino que también ayudó a evitar que el mundo cayera en una recesión aún más profunda", sostuvo Kuhn.

El ascenso de 8,7 por ciento de la economía china en 2009 implica que el país importó grandes cantidades de materias primas y productos industriales intermedios, ayudando así a los países exportadores, como Brasil, Australia, Rusia y numerosos países de Africa, Asia y Latinoamérica, a recuperarse", aseguró Yao Shujie, profesor de Economía de la Universidad de Nottingham y director de la Escuela de Estudios Contemporáneos de China de ese mismo centro docente.

Al mismo tiempo, el alto volumen de importaciones de China desde países industrializados después de que estallara la crisis también ayudó a aquellos a estabilizar sus economías internas, añadió Yao.

Datos facilitados por el Centro de Investigación del Desarrollo del Consejo de Estado muestran que las exportaciones de Estados Unidos a China crecieron un 42 por ciento entre enero y abril de este año, mientras que las importaciones desde China lo hicieron en un 13 por ciento. El comercio China-Japón siguió un patrón similar en el mismo periodo, aseguró Zhao, el investigador del Centro.

El volumen global de importaciones de China registró un aumento del 57,5 por ciento entre enero y mayo de este año, un crecimiento más rápido que el del 33,2 por ciento registrado en sus exportaciones, lo que resultó en una disminución del 59,9 por ciento en el superávit comercial, según fuentes del Buró Nacional de Estadísticas (¿SI?).

Zhao interpretó esto como una señal de que, hasta cierto punto, China está contribuyendo más a la economía mundial de lo que se está beneficiando de ella.

Además, el estable y rápido crecimiento de China ha fortalecido la confianza en la economía mundial, que, como coinciden en señalar economistas y políticos de todo el mundo, en momentos de crisis es el factor más importante para la estabilidad y la recuperación económicas.

Durante la crisis, mientras casi todas las economías mundiales estaban estancadas o desaceleradas, China logró mantener un rápido crecimiento, y continuamente enviaba "un raro paquete de buenas noticias que servían de esperanza y aliento alrededor del globo, en un momento en el que todo parecía ser pesimismo y oscuridad", concluyó Kuhn. Fin