Turpan es fascinante, pero esta
fascinación mía sólo se basa en unas imaginaciones relacionadas con
las uvas de Turpan y la Montaña Llameante descrita en el Viaje al
Oeste.
El 18 de julio, tuve la oportunidad
de reunirme con mis colegas de los diversos medios de comunicación
en red y visitar Turpan. Por el ritmo rápido del viaje, sólo pude
conseguir una impresión muy superficial sobre esta tierra.
En el camino de Urumqi a Turpan, se
ven gobi típica, vegetaciones desérticas verdes y amarillas, oasis
rebosante de energía... Los paisajes no dejan de cambiarse, y mis
pensamientos se extienden muy lejos.
En los montes pelados y el gobi,
aparte de unos coches que pasan volando, reina una tranquilidad
absoluta. Pero los “guardias” del desierto muestran tenazmente su
vitalidad, y nos dejaron admirados por su valentía de luchar contra
el destino.
De repente, un río, el Baiyang, se
presentó ante nuestros ojos. El agua es algo turbia, pero indica la
existencia de vidas. En efecto, en un lugar no lejos, ovejas y
vacas estaban disfrutando de su “manjar exquisito” otorgado por la
naturaleza.
El viaje de dos horas en coche nos
ha dado dos sorpresas: el Lago de Sal y la Central Eólica de
Daban.
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