Casi un millón de pastores en la
Región Autónoma Uygur de Xinjiang (noroeste de China) han
abandonado la vida primitiva y nómada tras reestablecerse en nuevas
áreas residenciales gracias a la ayuda de las autoridades
locales.
"Es un símbolo del gran cambio de su
estilo de vida nómada tradicional, de generación en generación",
indicó Hubetolla Hasayin, director del departamento de ganadería de
la región.
Durante miles de años, Xinjiang fue
una región donde vivían muchas étnias nómadas septentrionales.
Debido a que el invierno en Xinjiang dura casi seis meses
anualmente con nevascas frecuentes, los pastores se vieron
obligados a transladarse de un lugar a otro para buscar forraje y
agua.
El gobierno regional ha tomado
medidas para mejorar la vida de los pastores, tales como la mejora
del forraje con ingredientes mixtos y la construcción de nuevos
barrios residenciales.
Según las estadísticas oficiales,
hasta finales de 2004, un 78 por ciento de los 1.29 millones de los
pastores en Xinjiang se han trasladado a nuevos hogares y han
iniciando una vida estable.
Se han instalado electrógenos
solares o eólicos en casi todos los hogares, señaló Jeanspeeke, de
35 años, de la étnia kazak, quien dijo que ahora puede ver la
televisión todos los días y tomar motocicleta o un automóvil en vez
de montar en caballo.
Taypark, anciano de 65 años, recalcó
que la actual vida estable es más fácil, y sus dos hijos ya no son
pastores tras encontrar trabajo en una localidad cercana.
De acuerdo con un funcionario local,
Hubetolla, más de un millón de pastores han abandonado el modo
primitivo de producción, y poseen ahora sus propias casas,
corrales, y pastos rodeados. La tasa de mortalidad de los animales
domésticos también se ha reducido del 8 por ciento en la década de
los años 70 a menos del uno por ciento en la actualidad.
Además, varias escuelas se han
construido también en las zonas con inversión de las autoridades a
distintos niveles.
(15/08/2005, Agencia de Xinhua)
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