Respuesta: Hace poco, la encuesta de una organización de caridad muestra que más de diez millones de empresas están registradas en los departamentos de industria y comercio del país, pero que menos de cien mil han hecho donación. Ello significa que más del 99% de las empresas no han hecho tal.
Según los artículos de las leyes, China sí estimula a hacer donaciones a la causa de la beneficencia pública. En lo que es la recaudación tributaria, también hay políticas preferenciales. Por ejemplo, por las donaciones de las empresas a la Federación de Caridad de China, la Fundación Soong Chingling y la Lifeline Express de China se descuenta igual cantidad del pago del impuesto a la renta; se descuenta a las empresas hasta el 3% del impuesto a la renta antes del pago de éste por las donaciones que hacen para la beneficencia y ayuda públicas; y por las donaciones que hacen los individuos se les descuenta hasta el 30% del impuesto a la renta antes del pago de éste. Aunque las políticas tributarias preferenciales son claras, muchas empresas e individuos no solicitan descuentos de impuesto después de las donaciones. Aparte de su no comprensión de la ley tributaria, por cierto hay otros factores objetivos como la imperfección del trato tributario preferencial y la no simplicidad de la tramitación y el procedimiento, los que también han afectado en cierto modo el entusiasmo de las empresas por hacer donaciones.
Las acciones justas de caridad son una bella tradición de China desde la antigüedad, tales como los alimentos y escuelas gratuitos de los clanes en las aldeas, el socorro y la atención médica que los monasterios prestan a los menesterosos, la provisión de cereales del gobierno a los damnificados de desastres naturales y la ayuda social a los huérfanos y pobres. En la época moderna y contemporánea, debido a los factores políticos, económicos y humanos la causa caritativa de China guardaba una buena brecha de nivel con la de los países desarrollados y no se recuperó y desarrolló hasta 1979 cuando se emprendieron la reforma y la apertura del país. Hasta la fecha, según estadísticas, China tiene 289.000 organizaciones populares y 1.016 fundaciones registradas en los departamentos de asuntos civiles. De ellas, 731, incluyendo la Federación de Caridad de China y otras federaciones y asociaciones, se dedican exclusivamente a las actividades caritativas, más de 70.000 sucursales de la Cruz Roja brindan ayuda humanitaria a los enfermos y heridos, 32.000 estaciones y puestos de aceptación de donativos sociales funcionan a través del país, y más de 4.000 supermercados de caridad o amor operan en ciudades grandes y medianas. En resumen, China ha configurado una red de servicio a las donaciones sociales en lo preliminar.
Pero es preciso admitir que China todavía está en camino de desarrollo y lo están también su causa caritativa y donaciones sociales. La realidad es que la cantidad y el nivel de donativos en este país aún no son envidiables. Por lo tanto, a fin de estimular las donaciones sociales y las de caridad, China promulgó en noviembre de 2005 su primer Programa Guía para el Desarrollo de la Causa Caritativa (2006-2010). En él se señala explícitamente que esta causa del país se adherirá al principio de ayuda a los pobres y necesitados, voluntariedad y no compensación, apertura y justicia, impulso del gobierno y realización por parte del pueblo propio, y al mismo tiempo, pondrá en pleno juego el papel de sujeto de las organizaciones caritativas, movilizará los diversos recursos de caridad, usará el dinero y materiales donados de manera reglamentada, desarrollará en amplitud los servicios voluntarios y protegerá los derechos e intereses legales de las organizaciones caritativas, los donantes y los beneficiarios. Sus metas de desarrollo son difundir ampliamente la cultura de la caridad, incrementar en general el concepto de la caridad de los ciudadanos y el sentido de responsabilidad social de las empresas, ganar el reconocimiento de la causa caritativa por las masas de ciudadanos y activar su potencial para la participación en dicha causa, y dar cuerpo en lo básico a una atmósfera social en reconocimiento de la nobleza de la causa caritativa.
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