Respuesta: Por cierto, la situación de la garantía de vejez no promete optimismo en China. En la actualidad, las personas mayores de 60 años representan ya el 11% de la población total de 1.300 millones y el país empieza a ser una sociedad de tercera edad. Pero debido a que la economía aún no está desarrollada y el sistema todavía no es perfecto, el seguro de vejez cubre sólo a 174 millones de los 260 millones de empleados en las ciudades y los poblados, o sea, apenas el 15% de la población total, nivel inferior a la norma mínima de 20% establecida por la Organización Internacional del Trabajo. Es más, frente a la embestida de la senilización poblacional, China no tiene otra alternativa que afrontar el espinoso problema de “envejecer antes de prosperar”.
En años recientes, en respuesta a la senilización poblacional en la puerta, China ha intensificado sin pausa la edificación del sistema de seguros de vejez. En primer lugar, la cobertura del seguro básico de vejez se ha extendido desde los empleados de las empresas estatales y las empresas colectivas de las ciudades y los poblados a los de las empresas de otras formas de propiedad, los abonados en este seguro han aumentado de los 112 millones en 1998 a 174 millones en 2005, y un creciente número de jubilados y retirados se han beneficiado con el seguro básico de vejez. En segundo lugar, ha partido de cero y progresado gradualmente el establecimiento y desarrollo de la anualidad empresarial para suplir los gastos del seguro de vejez. Mientras tanto, China ha formado un patrón de recolección de fondos de vejez por diversos canales, basado en el pago de primas por las entidades empleadoras y sus empleados y en la subvención fiscal del gobierno, de modo que los fondos del seguro de vejez han tenido un desarrollo benigno.
No obstante, también debemos estar sobrios para ver que el sistema de seguros de vejez padece de ciertos defectos. Principalmente son como sigue: su cobertura no es amplia, ya que muchos comerciantes e industriales autónomos de las ciudades y los poblados y las personas de empleo flexible no han participado en el seguro; aún no se ha llevado a buen efecto la transferencia de las primas a las cuentas bancarias individuales del seguro básico de vejez; los métodos de cálculo y pago de la pensión básica de vejez no son muy racionales y falta un mecanismo de incentivación y persuasión respecto a la participación en el seguro y en el pago de primas; sigue imperfecto el mecanismo de ajuste de la pensión básica de vejez y su nivel no es elevado en general; la coordinación permanece en un nivel bajo, la mayoría de las zonas todavía no han llevado a la práctica la coordinación a nivel provincial, y la regulación de fondos adolece de una capacidad débil; la anualidad empresarial está rezagada en su desarrollo y aún está por establecer un sistema de garantía de vejez en diversos niveles.
Con el fin de estar preparada en materia de institución y fondos antes de la llegada del pico de la senilización poblacional, China viene estudiando y trazando las políticas y medidas de respuesta a la senilización poblacional y está trabajando activamente en los siguientes aspectos;
Primero, expandir aún más la cobertura del sistema de seguros de vejez. Desde el 2006 China aumentará cada año en más de diez millones el número de abonados en el seguro de vejez, bregará porque en el 2010 los asegurados superen los 220 millones, y dará prioridad a los empleados de las organizaciones económicas de propiedad no pública en las zonas urbanas y a las personas de empleo flexible, con el fin de incorporarlos a la cobertura y lograr que más y más ciudadanos gocen de la seguridad social.
Segundo, aumentar la inversión fiscal en la seguridad social, reunir fondos para ésta por diversos canales, garantizar paso a paso la transferencia de las primas a las cuentas bancarias individuales del seguro básico de vejez, y conseguir transitar del régimen de “cobro y pago en efectivo” a la modalidad de “acumulación parcial”. Al mismo tiempo, se reformarán de manera dinámica y prudente los métodos de cálculo y pago de la pensión básica de vejez, y se establecerá un mecanismo de lazos más estrechos entre el nivel de trato y el cumplimiento de la obligación y un sistema de coordinación de nivel provincial reglamentado.
Y tercero, estudiar y elaborar un plan de reforma del sistema de seguros de vejez para las instituciones públicas, perfeccionar el sistema de garantía de la atención médica para los residentes urbanos, resolver de manera activa y prudente el problema de seguridad social de los trabajadores emigrados del campo y de los campesinos cuyas tierras han sido expropiadas, y explorar cómo establecer un sistema de seguros de vejez sociales en las zonas rurales.
A la mitad de este siglo, según pronósticos, en China se formará un grupo humano de más de 400 millones de ancianos, cuyo proporcionará subirá al 20% de la población desde el 11% en la actualidad. Siendo el país en vías de desarrollo con mayor población senil y estando a la hora de la llegada de la senilización poblacional, la diversificación de las modalidades de empleo y la urbanización del campo, para China las metas de la reforma del sistema de garantía de la vejez consiste en crear y mejorar el mecanismo de seguros de vejez de larga eficacia y lograr que más personas “tengan con que mantenerse”.
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