Respuesta: Desde el inicio de la reforma y la apertura en 1978, la economía china ha crecido de manera continua y acelerada, y el mejoramiento general de la vida del pueblo es un hecho indiscutible. Sin embargo, tal como dice la encuestas de la Administración Estatal de Estadística, en los pasados más de veinte años no sólo se ha estado ensanchando de continuo la diferencia de ingreso entre los miembros de la sociedad sino también la diferencia social entre la ciudad y el campo y entre las regiones. Un caso notable es que el nivel de vida de los residentes de las ciudades grandes como Beijing, Shanghai y Shenzhen ha alcanzado el de los países medianamente desarrollados, mientras el de la gente del sudoeste o noroeste del país aún sigue próximo al de los países pobres de África. Sobre todo, el coeficiente Gini, que refleja en directo la diferencia de la distribución del ingreso entre los ciudadanos ha sobrepasado la línea de alerta internacionalmente reconocida.
Pero es preciso ver la ampliación de la brecha entre ricos y pobres en China de manera integral y desde el ángulo histórico. Entre las causas hay las procedidas del pasado, de la naturaleza y del sistema institucional, y también las debidas a la etapa de desarrollo. Si decimos que la ampliación de la brecha entre ricos y pobres es una etapa que China ha de atravesar en el proceso del desarrollo económico, entonces controlar eficazmente esta brecha y coordinar de mejor manera las relaciones de interés de las partes y sus exigencias es el problema que China debe resolver en empeño por edificar una sociedad socialista armoniosa.
Para promover la armonía social y edificar integralmente una sociedad modestamente acomodada, China está decidida a resolver el problema existen de la brecha entre ricos y pobres. En el XI Plan Quinquenal (2006-2010) recién elaborado, ha cambiado a la “prosperidad compartida” el enunciado de “dejar prosperar primero a una parte del pueblo”, que predominó por más de veinte años en los lineamientos de reforma y apertura de China. Su objetivo consiste precisamente en buscar acortar la brecha entre ricos y pobres y permitir a más personas disfrutar los logros de la reforma. Para ello, China procederá comenzando por promover el desarrollo coordinado entre las regiones, reducir la diferencia entre la ciudad y el campo y regular el ingreso individual entre otras cosas.
La brecha del ingreso entre los residentes del este y los del oeste de China se atribuye principalmente al ritmo de desarrollo. Desde el inicio de la reforma y la apertura, la economía ha crecido de forma continua y acelerada ya en las zonas litorales del oeste o las zonas del centro y el oeste. Y hasta las provincias del oeste han tenido crecimientos anuales bastante elevados en comparación con algunos países y regiones del mundo; pero comparado con las zonas del este y las del litoral la brecha sí sigue ampliándose. Por consiguiente, a principios de este siglo China planteó sucesivamente el principio de la explotación a gran escala del oeste, el de la revigorización de los viejos centros industriales del nordeste y el de la promoción del desarrollo del centro, ha aumentado la transferencia de pagos de la hacienda central a las zonas del centro y el oeste, y a través de las palancas fiscales y tributarias ha aplicado tratos preferenciales en materia de recaudación de impuestos a las zonas del oeste y ha reformado el sistema de impuestos al valor agregado en las zonas del nordeste, con el fin de regular la brecha del ingreso entre las zonas e impulsar el desarrollo económico de las zonas subdesarrolladas.
A objeto de reducir la diferencia entre la ciudad y el campo, China ha adoptado una serie de políticas y medidas tales como la anulación del impuesto agrícola, el subsidio directo a los cultivadores de cereales, el subsidio a las semillas mejoradas y el subsidio a la compra de máquinas y aperos agrícolas grandes, así como la exención del pago de los libros de texto y gastos varios a los estudiantes pobres de las zonas rurales en la etapa de escolarización obligatoria y el subsidio a los estudiantes internos pobres por su sustento, y ha aumentado la inversión de la hacienda central en la infraestructura, la educación, la asistencia médica y las instalaciones culturales del campo. Todo ello ha aumentado en cierto grado el ingreso del campesinado y aliviado el problema de desigualdad social.
Como si ello fuese poco, para disminuir la brecha del ingreso entre los residentes de las ciudades y los poblados, China ha empezado a regular las diferencias de ingreso entre las distintas capas sociales por medio de la recaudación tributaria y, a partir de enero de 2006, ha elevado la norma de substracción para el impuesto a la renta personal desde los 800 yuanes en el pasado a 1.600 yuanes. Con respecto a las personas de ingresos altos, los métodos adoptados como la declaración personal, la declaración de todos los contribuyentes y del monto íntegro, la declaración en doble sentido y la verificación en doble sentido han fortalecido la supervisión sobre estas personas en cuestión de recaudación tributaria. Al mismo tiempo, el gobierno ha elevado la norma de subsidio a la garantía del mínimo nivel de manutención para el grupo humano de renta baja de las ciudades y los poblados, dando solución a su pobreza en la vida cotidiana y aliviando la tendencia de ampliación de la brecha entre los ricos y los pobres de las zonas urbanas.
Por supuesto, también somos conscientes de que aunque las masas ordinarias tienen aguante hasta cierto punto frente a la diferencia del ingreso producida por el trabajo arduo y por la gestión legítima, no están equilibradas en lo psicológico y reaccionan con vehemencia por la brecha derivada de la distribución injusta, por el enriquecimiento mediante la violación de la ley, el desfalco y la comisión de delitos y por los ingresos ilegítimos y la brecha irracional entre ricos y pobres. En vista de lo cual, China intensificará el golpe a los elementos de desfalco y corrupción, con el propósito de contener con eficacia la brecha irracional entre ricos y pobres.
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