Respuesta: Es verdad. En realidad sí estamos considerando unificar las tasas de impuesto a la renta sobre las empresas de capital nacional y las de capital extranjero. Ello se debe que en cualquier parte de China se aplica la tasa de 15% para el impuesto a la renta sobre las empresas de capital nacional, pero que es de sólo 15% para las de capital extranjero en las zonas económicas especiales y de 24% en las 14 ciudades abiertas del litoral, de ahí una enorme brecha entre ambos tipos de tasas tributarias. Este sistema tributario dual no concuerda con la práctica internacional, afecta en cierto modo al desarrollo de la economía de mercado del país además de causar ya trato inicuo entre las empresas nacionales y las extranjeras en los gravámenes tributarios reales.

Han transcurrido más de cuatro años a contar del ingreso de China a la OMC en noviembre de 2001, tiempo en el que el sistema de economía de mercado socialista ha sido establecido en lo preliminar y mejorado constantemente. Con el fin de estar a la altura de esta situación, China necesita crear un conjunto de reglas de mercado unificadas, justas y transparentes para promover la competencia leal entre las empresas, y también necesita unificar los impuestos a la renta sobre las empresas de capital nacional y las de capital extranjero e implantar así un sistema de tasas de impuesto a la renta unificadas para todas las empresas.

A la fecha, el Comité Permanente de la APN ha incluido la Ley del Impuesto a la Renta sobre las Empresas en el plan de legislación 2006. Para la reforma las ideas principales son fusionar las dos leyes actuales sobre el impuesto a la renta, una para las empresas de capital nacional y la otra para las de capital extranjero, y convertirlas en una ley sola y unificada, introducir un sistema reglamentado y transparente de impuestos a la renta sobre las empresas, crear un ambiente de la recaudación de impuestos favorable a la competencia en pie de igualdad entre todas las empresas, elevar el nivel de uso del capital extranjero, optimizar la estructura de la economía nacional, impulsar la actualización de la industria y el progreso tecnológico, y promover el desarrollo continuo, estable, sano y coordinado de la economía nacional.

Está claro que en la elaboración de la nueva ley consideraremos plenamente la conexión con las leyes y políticas vigentes, consideremos la necesidad de adoptar medidas de transición adecuadas y también tendremos en plena consideración la capacidad de carga de las empresas con inversión extranjera. En cuanto a cuán grande será el impacto que tenga la unificación de las tasas del impuesto a la renta sobre la captación de fondos extranjeros, la preocupación es enteramente innecesaria, porque aunque cuando invierten y crean fábricas en China los extranjeros ponen los ojos en el trato tributario preferencia, les interesan más la estabilidad política de este país y su vasto mercado en potencia, y porque conforme se profundizan y amplían la reforma y la apertura, tenemos confianza en que el ambiente de la inversión de nuestro país se volverá todavía mejor.