Respuesta: De hecho, semejante afirmación carece de fundamento. China no es el único país que aumenta la demanda de petróleo, porque otros muchos están haciendo lo mismo. Sólo la reunión de muchos factores ha llevado al alza del precio de petróleo en el mercado mundial.
Como es de todos sabido, China no solamente es el segundo consumidor de energía en el mundo, sino también el segundo productor más importante de energía. En 2004 sus importaciones de petróleo crudo fueron de apenas el 6-7% del comercio mundial total y, al mismo tiempo, exportó 80 millones de toneladas de carbón y su exportación de coque incluso representó el 56% de las transacciones totales del mundo. Así que no corresponde a la realidad ni es justa la afirmación que echa la culpa por el alza de los precios de petróleo crudo o la escasez de recursos de energía en el mundo al aumento de la demanda china, o que alega que China amenazará el orden en el mercado internacional de recursos.
La energía es un problema global. Ningún país, incluida China, puede encerrarse en sí, sobre todo tras la globalización económica. China se apoya principalmente en sus propios recursos para la solución al problema de energía. Sin embargo, esto no significa que no necesite de cooperación internacional. En años recientes la energía es un campo prioritario para la inversión china en ultramar. Esto es verdad, pero la preocupación por ello de que China intente expoliar recursos de petróleo en el mundo o busque su control tira a prejuicio. Es así porque:
Primero, para el desarrollo China siempre se ha adherido a la política de apoyarse antes que nada en los recursos propios y de tener en consideración al mismo tiempos los recursos del exterior. Depende mayormente de los recursos de energía propios para asegurar la necesidad de la modernización, a la vez que hace uso del mercado y los recursos de energía del exterior. No hay que perder de vista que China abunda en yacimientos aunque su demanda de energía es enorme. Por ejemplo, sus yacimientos de carbón en absoluto bastarán para la explotación por tan sólo cuarenta años como algunos dicen; con sólo elevar la recuperación al nivel normal, las minas podrán doblar fácilmente la cantidad de extracción. Por otro lado, como la electricidad generada por las estaciones de energía nuclear está por debajo del 3% total en China, su capacidad en potencia es enorme. Además, la energía eólica, la energía solar y otros energías renovables también arrojan tasas de uso muy bajas y por igual prometen potenciales inmensos.
Segundo, al persistir en el concepto científico del desarrollo, China está acelerando la reestructuración económica y cambiando la modalidad de incremento económico, desarrolla con dinamismo la economía circular, inhibe activamente las industrias de alto consumo de energía, e impulsa el establecimiento de una economía nacional ahorradora de energía. Por si ello fuese poco, también está mejorando activamente la estructura de energía, desarrollando la energía de calidad, promoviendo la explotación y utilización de energías nuevas y renovables, aplicando en amplitud técnicas ahorradoras de energía, y elevando la tasa de uso y el nivel de ahorro de energía.
Y tercero, la cooperación de China con el extranjero en materia de energía no comenzó hoy sino en los 1950-1960, cuando su forma consistía principalmente en el intercambio a través del mercado y la explotación de recursos en aras del desarrollo compartido. En la actualidad China depende del exterior en sólo el 6% en cuanto al consumo de energía, sin necesidad de desarrollar su economía mediante la expansión y ocupación de recursos por la fuerza tal como hacían las potencias en otros tiempos. Por tal razón, la comunidad internacional en absoluto necesita reaccionar con exceso por el crecimiento del consumo de energía de China y, por el contrario, debe respetar su derecho de desarrollo y el deseo de su pueblo de desembarazarse de la pobreza y vivir con comodidad y civismo. La cooperación de China con países amistosos en el ámbito económico y recursos de energía no sólo aportará grandes oportunidades de negocios a todos los países, sino también la ganancia compartida en beneficio mutuo.
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