Respuesta: Ya a principios de la reforma y la apertura de China iniciadas en 1978 empezó la infiltración de las fuerzas mafiosas en este país, la cual se ha agravado a medida de la apertura del país. El Gobierno chino ha prestado suma atención a ello y siempre ha mantenido una postura de golpeo severo.
En 1993 el Ministerio de Seguridad Pública instituyó la División de Investigación de Delincuencia Organizada, encargada de golpear esta delincuencia de carácter mafioso. En 2000, debido al furor de las fuerzas mafiosas y perversas en diversos lugares, se desplegaron campañas especiales de lucha como acciones prioritarias para su eliminación y, en consecuencia, fue destruido un buen número de organizaciones mafiosas y apresado un buen número de sus miembros. En 2005, tomando en cuenta que las zonas costeras se enfrentaban con la infiltración masiva y la delincuencia organizada muy activa de las fuerzas mafiosas del exterior, el Gobierno chino fijó las metas y exigencias generales de no permitir jamás a las fuerzas mafiosas y perversas crecer y desarrollarse en el interior del país y de no permitir en absoluto a las organizaciones mafiosas extranjeras y de ultramar arraigarse en la parte continental del país, así que decidió mantener cuatro puntos de prioridad en la lucha contra las fuerzas mafiosas y perversas:
Primero, mantener alta vigilancia en todo momento, seguir de cerca la tendencia de las fuerzas mafiosas y perversas y mantener un alta presión de golpe severo sobre sus crímenes, con el fin de prevenir que crezcan y ganen terreno y dañen las zonas en cuestión. En caso necesario se lanzarán nuevas campañas regionales o nacionales por su eliminación, en procura de contener su germinación y crecimiento en lo máximo.
Segundo, estudiar y conocer de continuo los cambios y tendencias nuevas de delincuencia de las fuerzas mafiosas y perversas, formar a tiempo ideas y métodos nuevos para su eliminación y ajustar activamente las disposiciones de trabajo, a fin de tener firmemente en la mano la iniciativa de prevenir, controlar y golpear a esas fuerzas.
Tercero, coordinar la fuerza social para su participación en la eliminación de las fuerzas mafiosas y perversas, conseguir que las masas populares hagan delaciones y den pistas, y movilizar a toda la sociedad a emprender el trabajo de prevención en contra de los crímenes de dichas fuerzas.
Y cuarto, en consideración de las dificultades y problemas nuevos en la eliminación de las fuerzas mafiosas y perversas, presentar a tiempo propuestas de legislación para mejorar las leyes pertinentes y, de este modo, prevenir y combatir con mayor intensidad sus crímenes.
Frente a la cruda situación de alta incidencia y peligro de la delincuencia de las organizaciones mafiosas en un futuro inmediato, hemos conocido a fondo que la delincuencia de estas fuerzas es un derivado y catalizador de la corrupción, es un cáncer contra el orden y la paz del Estado y es un grave estorbo contra la vida y el trabajo pacíficos del pueblo. Razón por la cual seguiremos tomando medidas convenientes para erradicar oportunamente a las fuerzas mafiosas y perversas y de ningún modo les permitiremos echar raíces y extenderse en la parte continental del país.
|