Respuesta: El así llamado problema de los “derechos humanos del Tíbet” apareció en el mundo entre finales de los 1950 y comienzos de los 1960. Aunque la farsa ha terminado en fracaso todas las veces, siempre hay quienes no se resignan al desabrimiento y recogen la bandolera de los “derechos humanos del Tíbet”, con la esperanza de sacar algo de provecho.
En realidad, el que algunas personas de Occidente están tan interesadas en los “derechos humanos del Tíbet” no obedece a su “moraleja y justicia” o “simpatía” con el pueblo tibetano, sino que se motiva por sus propios intereses. No son los gobiernos de los países occidentales ni el Dalai Lama que desertó de la patria y abandonó a los fieles hace más de 40 años los que más saben cómo mantener los intereses fundamentales de las diversas etnias del Tíbet y proteger su libertad y derechos humanos. Si se ha de hablar de los derechos humanos en el Tíbet, es preciso conocer el pasado de la región primero que todo.
Antes de la reforma democrática en 1959, el Tíbet era una sociedad de servidumbre feudal con la integración de la administración y la religión, más tenebrosa que la de Europa en la Edad Media. Los siervos y esclavos, que representaban el 95% de la población, estaban totalmente despojados de la libertad personal y los derechos políticos, y sus propietarios los tenían por propiedad privada y los podían vender, ceder y regalar o traspasar para pagar deudas o hacer intercambios, así que sus derechos humanos estaban fuera de lugar. En 1959, con la realización de la reforma democrática se puso fin a la servidumbre feudal, de ahí el acceso de la región a una nueva era de desarrollo social y de progreso de los derechos humanos. Los derechos humanos que hoy disfruta el pueblo tibetano no tienen comparación con su situación en el viejo Tíbet. Ésta es una conclusión justa a la que puede llegar cualquier chino o extranjero que haya estado en la región y conozca algo de su historia.
Los titánicos cambios históricos operados en el Tíbet a raíz de la reforma democrática en 1959 muestran que la abolición de la servidumbre feudal y la implantación de la autonomía étnica regional son la causa fundamental que llevó a enormes cambios en la situación de los derechos humanos en la región. Desde luego, no ocultamos que debido al bajo punto de partida del desarrollo económico y social del Tíbet y a sus condiciones naturales de elevada altitud sobre el nivel del mar, frío severo y falta de oxígeno, adversas para el desarrollo económico, los derechos humanos allí todavía tienen mucho que mejorar. Sin embargo, siempre que persistamos en seguir el camino del socialismo con peculiaridades chinas y en aplicar el sistema de autonomía étnica regional, la situación de estos derechos en la región mejorará sin cesar conforme progresa el desarrollo social y económico.
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