Repuesta: La causa fundamental de este viraje se atribuye al cambio de la actitud con que China mira a las Naciones Unidas y el mundo. Debido a razones históricas y reales su participación en los asuntos de la organización ha experimentado un proceso de no activa a activa. Cuando China acababa de restaurar su asiento en las Naciones Unidas, le faltaba conocimiento de los asuntos de éstas y a ello se sumaba su no formación de una comprensión clara de la diplomacia multilateral porque todavía vivía el periodo de la “revolución cultural” (1966-1976). Por lo cual China asumía una postura evasiva sobre algunos problemas de las Naciones Unidas y adoptaba la política de no participación, no votación y no pago por las operaciones de paz. Empero, a medida del aumento de su conocimiento de la organización y de la aplicación de la política de reforma y apertura, atribuye cada vez más importancia a la diplomacia multilateral, y su participación en los asuntos de las Naciones Unidas se vuelve más activa y profunda. A partir de los 1980 China ha definido poco a poco el principio de participación total y profundización progresiva.
Como miembro permanente del Consejo de Seguridad, China presta importancia y apoyo a las Naciones Unidas a favor de que ejerzan su debido papel de mantener la paz y la seguridad internacionales bajo la guía del espíritu de la Carta de la organización. Tras incorporarse al Comité Especial de las Naciones Unidas para las Operaciones de Mantenimiento de la Paz en 1988, China ha cumplido concienzudamente su compromiso con la organización. Comenzó participando de manera casuística y selectiva en algunas de esas operaciones y luego aumentó sin cesar la intensidad, y partiendo de cero su escala pasó de pequeña a grande. En 2001 el Ministerio de Defensa Nacional de China estableció formalmente la Oficina de Mantenimiento de la Paz, encargada de coordinar y administrar de modo unificado el trabajo de participación de tropas chinas en las operaciones de paz de las Naciones Unidas. Hasta el momento China solamente envía tropas de no combate tales como las de ingeniería, sanidad y servicio logístico a las zonas de tarea de paz, pero no envía tropas de combate que tal vez sean involucradas en conflictos locales. Hasta finales de agosto de 2005 China había mandado en total más de 4.100 militares de mantenimiento de la paz, incluyendo más de 3.000 hombres de escuadras de paz y cerca de 900 observadores y asesores militares, con destinos a 14 zonas de tarea de paz de las Naciones Unidas, entre ellas el Medio Oriente, Sierra Leona, el Congo (Kinshasa), Eritrea y Liberia. Hoy China es el país que envía más soldados de entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. En los 16 años transcurridos, dos oficiales y cuatro soldados chinos cayeron en las misiones y varias decenas fueron heridas.
Más aún, desde el 12 de enero de 2000 cuando China envió su primer grupo de policías de paz a Timor Oriental, ha enviado otros 588 a Bosnia-Herzegovina, Liberia, Afganistán, Kosovo, Haití y Sudán para misiones de mantenimiento de la paz.
Desde su participación las tropas chinas se han granjeado, por su buen comportamiento y cumplimiento de alta calidad, amplios elogios de los organismos de dirección del mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas y de los pueblos de las zonas de tarea, desplegando la buena imagen de disuasión y paz del Ejército Popular de Liberación y elevando el prestigio de China como país grande independiente y responsable.
En su participación en las operaciones de paz de las Naciones Unidas China se ha atenido constantemente a los siguientes tres principios de esta organización reconocidos universalmente durante más de 50 años: primero, las acciones de paz deben contar con la aprobación del país o parte interesada; segundo, ser neutral; y tercero, no recurrir al uso de la fuerza sino sólo en defensa propia. A fin de cuentas, China siempre ha abogado por que las operaciones de paz de las Naciones Unidas deban observar efectivamente los propósitos de la Carta de la organización y los principios reconocidos para el mantenimiento de la paz, respalda su reforma de las operaciones de paz y espera que las Naciones Unidas fortalezcan aún más su capacidad para esta finalidad.
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