Se inicia el proyecto de traslado de importantes inscripciones budistas grabadas en una pared en el Tíbet

La región Autónoma de Tíbet ha iniciado un ambicioso proyecto para reubicar unos 80.000 volúmenes de escrituras budistas desde su ubicación por más de 700 años.

Las inscripciones en el muro de 10 metros de altura del monasterio Lama de Sagya, cuyo número exacto se mantiene en secreto serán reubicadas en un nuevo emplazamiento en el museo de patrimonio cultural y devueltos a su emplazamiento original tras las obras de restauración que se realizarán en el monasterio, según explicó Gesang, funcionario a cargo del proyecto de renovación.

Trasladar los volúmenes al museo costará unas seis semanas.

Gesang explicó que el 8 de Mayo, un día de buen augurio según la tradición tibetana, se realizó un ritual para dar comienzo a las obras de renovación.

No obstante, los volúmenes de mayor tamaño todavía no han sido movidos. Uno de ellos mide 1,8 metros de largo por 1,1 de ancho. Según la leyenda, “ni siquiera ocho hombres fornidos podría levantar el volumen”, explica Gesang, que estima que mover los volúmenes puede ser problemático dado que el monasterio no cuenta con el equipamiento adecuado.

Los trabajadores deben vestir guantes y mascaras dado que el papel en el que están escritos los textos es altamente tóxico a causa de las substancias usadas para preservarlos de los insectos.

Además, los volúmenes deben ser protegidos cuidadosamente con dos capas de tela, la primera de ellas amarilla y la segunda de color oscuro para minimizar la exposición a la luz, explicó Gesang.

A pesar de que los textos están tan sólo a unos 80 metros de su nueva ubicación, el monasterio ha intensificado las labores de cuidado con el fin de evitar daños en estos documentos de valor incalculable.

Gesang y sus colegas están usando tecnologías punta para mantener la temperatura y la humedad constante y para garantizar que las condiciones del museo son idénticas a las del emplazamiento anterior. “No obstante, todavía hay ligeras diferencias de temperatura, de dos o tres grados como máximo. La humedad es, no obstante, la misma.

Se considera que “el muro de las escrituras” del monasterio contiene manuscritos sobre astrología tibetana, historia, filosofía y religión, pero nadie conoce detalladamente su contenido.

Construido en 1073, el monasterio de Sagya está situado a 450 kilómetros de Lhasa y ha gozado de una fama similar a las de las cuevas de Dunhuang por su enorme colección de escrituras budistas, valiosa porcelana y murales de más de mil años de antigüedad. Se cree que es el origen del budismo sagyapa tibetano.

El monasterio es uno de los tres edificios incluidos el programa de renovación de 330 millones de yuanes iniciado el año 2002.

También en la lista se encuentra el palacio de Potala de 1.300 años de antigüedad y el Norbuglinkha, los palacios de invierno y verano de los Dalai Lama.

(19/08/2005, CIIC)

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