Se dice que quien no visita el
Palacio Potala, no ha estado en Lhasa ni en el Tíbet. El Palacio
Potala, símbolo de Lhasa e incluso del Tíbet, se ha convertido en
un lugar sagrado para la población local por su maravillosa
arquitectura, valores religiosos y culturales.
Situado en la montaña roja del
centro de Lhasa, el Potala es el mayor grupo de construcciones
estilo palacio y fortaleza que se conserva hasta el presente, en
tanto refleja la esencia de la arquitectura, la pintura y el arte
religioso del Tíbet. En 1994 fue incluido en el Catálogo de
Patrimonios Mundiales de la UNESCO. En 2002 y 2001, el Monasterio
Jokhang y el Palacio Norbulingka fueron incorporados también en ese
catálogo como proyectos ampliados del grupo de construcciones
históricas del Palacio Potala.
El Comité de Patrimonio Mundial
reconoció así el valor de estas construcciones. El Palacio Potala y
el Monasterio Jokhang, de Lhasa, un grupo de construcciones que
integran la administración, la religión y la política, están
situados en el centro del valle del río Lhasa, a una altura de
3.700 metros sobre el nivel del mar. El complejo está formado por
el Palacio Blanco y el Palacio Rojo, así como sus construcciones
anexas.
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El Potala, palacio de invierno del
Dalai Lama desde el siglo VII, ha sido el centro del budismo y de
administración de generación en generación. La armonía entre una
arquitectura ingeniosa, una decoración espléndida y un paisaje
natural engrandecen el encanto de estas edificaciones. El
Monasterio Jokhang es un grupo de construcciones budistas de estilo
peculiar. El Palacio Norbulingka fue levantado en el siglo XVIII y
sirvió como palacio de verano del Dalai Lama. También se le
considera una maravillosa obra del arte tibetano. El paisaje
natural, las ingeniosas construcciones y su importancia
histórico-religiosa constituyen una imagen impresionante.
Palacio Potala: una construcción
maravillosa
“Potala” es la transliteración de
“putuo”, del sánscrito, que se refiere a la isla donde vivía el
Guanyin (un Bodhisattva). El Palacio, situado en la montaña Roja
del centro de la ciudad de Lhasa, fue construido en el siglo VII
durante el reinado de Songtsan Gambo, de la trigésima segunda
generación de la dinastía Tubo, para su matrimonio con la Princesa
Wencheng, de la dinastía Tang (618-904). Llamado Palacio de Montaña
Roja en aquel entonces, la construcción tenía 9 pisos y 999
habitaciones, más la sala de buda. En total tiene 1.000
habitaciones.
Es lamentable que el espléndido
inmueble fuera destruido por las guerras. En el siglo XVII, el
Dalai Lama V, quien fue nombrado oficialmente por el gobierno Qing,
líder administrativo y religioso del Tíbet, comenzó a
reconstruirlo, empeño que duró 50 años. Al concluir, recibió el
nombre de Palacio Potala.
Esta construcción adquirió su
dimensión actual después de ampliaciones realizadas por diversas
generaciones de Dalai Lama, y siempre ha sido el centro político y
religioso del Tíbet.
Construido en la pendiente de la
montaña, la construcción principal del Palacio tiene 13 pisos y 115
metros de alto, y ocupa un área de más de 360.000 metros
cuadrados.
Para el famoso arquitecto chino
Zheng Xiaoxie, el Potala no parece ser obra del hombre, sino una
construcción que creció sobre la montaña y forma parte de ella.
“Es el palacio ubicado a la mayor
altura sobre el nivel del mar en el mundo”, dijo el director de
administración de la instalación, “lo maravilloso es que no se sabe
cómo fue construido. Nadie puede imaginarse cómo la gente llevaba
los grandes bloques de piedra a la montaña Roja”.
El espacio más ancho de la muralla
de piedra tiene cinco metros, mientras el espesor del muro exterior
del palacio mide de 2 a 5 metros. Con la base directamente
enclavada en las rocas y construida con granitos, el muro tiene una
altura de varias decenas de metros. El hierro hubo de verterse a
cierta distancia para elevar a capacidad antisísmica del cuerpo del
muro.
El Palacio Potala refleja las clases
sociales y la posición real suprema mediante la altura de la
montaña. Esta última también aumenta la función de defensa de la
instalación y combina la grandeza de la construcción y la seguridad
de la fortaleza.
Las edificaciones principales del
Potala incluyen el Palacio Blanco, el Palacio Rojo y diversas
construcciones complementarias. El primero, construido en 1648, es
el lugar donde las diversas generaciones de Dalai Lama trataban los
asuntos políticos y religiosos. Esta construcción, que mira al sur,
tiene 7 pisos.
El Palacio Rojo, situado en el
centro del Potala y concluido en 1694, tiene 6 pisos. Este era el
lugar donde se veneraban las estupas de las diversas generaciones
de Dalai Lama y se realizaban las actividades religiosas. La estupa
del Dalai Lama V es la primera y la más grande y está hecha con más
de 6.000 kilos de oro y diversas piedras preciosas incrustadas. Sus
restos mortales se conservan en esta estupa.
El Pabellón Oeste es el mayor del
Palacio Rojo, donde se conservan un tablero con inscripciones y
colgaduras obsequiados por el emperador Qianlong, los cuales son
tesoros del Palacio Potala.
Según se dice, el emperador Qianlong
estableció especialmente una fábrica para tejer estas colgaduras,
labor que duró un año. En el Potala se conservan también estatuas
de Songtsan Gambo y la Princesa Wencheng. Además, una escuela de
funcionarios bonzos, dormitorios de bonzos, una imprenta y una
cárcel forman parte del grupo de construcciones del Palacio.
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Famoso por sus lindos colores, el
Potala se levanta en el amplio valle del río Lhasa. El color gris
del valle y de las montañas forma el fondo del palacio. El blanco,
el rojo y el amarillo son los colores con los cuales se pintaron el
muro exterior del palacio, de estos colores el rojo es el color
representante de las deidades de los antepasados del período de
Tubo (principios del siglo VII-mediados del siglo IX), y más tarde
pasó a ser color con un significado religioso. El muro exterior del
Palacio Rojo es de ese color. El blanco, símbolo de la bondad y
color secular, proviene del mundo de nieve de la meseta y de los
productos lácteos. El Palacio Blanco debe su nombre a este color.
El fuerte contraste entre el rojo y el blanco representa la unión
de la administración y la religión. El amarillo, poco usado en el
Palacio Potala, es el color que simboliza la secta Gelug, y el
color de los tejados del palacio. El principio de usar otros
colores es una práctica común. Por ejemplo, los marcos de las
ventanas y puertas son negros, con el fin de asimilar más la luz
solar y elevar la temperatura del interior.
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El Potala no sólo es la obra maestra
de la arquitectura tibetana, sino también un depósito de tesoros de
la artesanía religiosa de esa etnia. Más de 2.500 metros cuadrados
de pinturas adornan los corredores y los techos.
Según registros, unos 200 artesanos
participaron en los murales y tardaron más de 10 años en
completarlos. Estos murales, de ricos contenidos, reflejan la
historia de los personajes, mitologías, sutras, diversiones
étnicas, entre otros aspectos. Todos tienen un alto valor
artístico. Además, el palacio conserva unas 10.000 pinturas de las
dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911) y gran cantidad de
esculturas de piedra, madera, barro y colgaduras, así como objetos
de cerámica, jade, oro y plata.
También atesora una gran cantidad de
kamasutras y documentos históricos importantes, algunos fueron
escritos con agua de oro y de plata. Varios de ellos, provenientes
de la antigua India, tienen una historia de más de 5.000 años.
(10/08/2005, CIIC)
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