Los antílopes tibetanos, una especie
amenazada de extinción, también deben enfrentarse en su hábitat
protegido, la Reserva Natural Hoh Xil en la meseta Qinghai-Tíbet, a
nuevos peligros tales como proliferación de ratas, la disminución
de sus espacios naturales y la degradación medioambiental.
La lucha contra los cazadores
furtivos ha dado frutos y ha resultado esencial para lograr la
supervivencia de esta especie. Como consecuencia, los antílopes
tibetanos están libres del acoso de los cazadores furtivos.
Sin embargo, los antílopes tibetanos
tienen que competir por los alimentos contra las ratas silvestres,
que consumen gran parte de los pastos que les sirven de
sustento.
Cega, director de la administración
de la Reserva Natural Hol Xil, explicó que cada rata silvestre de
la meseta consume un mínimo de 50 kilogramos de pasto al año, lo
que provoca la destrucción del frágil hábitat de la zona y conduce
a su desertificación.
La Reserva Hoh Xil, durante largo
tiempo una región inhabitada, ha sido poblada por el hombre, que
han vallado las dehesas para su delimitación.
En la actualidad se calcula que
existen unos 390 pastores procedentes de la Región Autónoma de
Tíbet y de la región de Qinghai que apacientan a su ganado ovino y
bovino en la región.
Los estudios climáticos realizados
muestran que se ha producido una reducción de la capa glaciar y que
las temperaturas medias han aumentado.
El recalentamiento puede ser la
causa de epidemias, lo que podría aumentar la tasa de mortalidad de
los animales.
La región Hoh Xil, ubicada a 4,500
metros sobre el nivel del mar, posee especies vegetales y animales
únicas debido a sus peculiaridades geográficas.
(08/08/2005, CIIC-Xinhua)
|