El largamente esperado ferrocarril
Qinghai-Tibet que enlazará el Tíbet con el resto de China estará en
funcionamiento a lo largo del próximo año.
"El trazado de las vías del
ferrocarril Qinghai-Tibet, el más alto del mundo, se terminará a
finales del presente año, y las pruebas empezarán el primero de
Julio del 2006”, afirmó el Ministro de Ferrocarriles Liu
Zhijun.
Liu hizo estas declaraciones durante
las conversaciones mantenidas con los delegados de la Región
Autónoma del Tíbet que asisten a la Tercera Sesión Plenaria del
Congreso Nacional del Pueblo.
El ferrocarril, uno de los proyectos
estelares de los planes para desarrollar las regiones occidentales
del país, supone una inversión total de 26.000 millones de
yuanes.
La construcción de ferrocarril, el
primero de la región, se empezó en el 2001.
El trazado de 1,142 kilómetros de
longitud empezará en Golmud, en la provincia noroccidental de
Qinghai, y llegará a Lhasa, la capital de la provincia.
"Unos 960 kilómetros del trazado
discurren por Alturas superiores a los 4000 metros, y las secciones
más altras alcanzan los 5,072 metros”, explicó Liu.
Tras su puesta en funcionamiento el
ferrocarril enlazará Lhasa con Xining, capital de la provincia de
Qinghai, y otras ciudades importantes, tales como Beijing,
Shanghai, Guangzhou y Chengdu.
El proyecto del ferrocarril
contribuirá enormemente al desarrollo económico de la región y
mejorará los desplazamientos de las personas, afirma Wang Taifu, un
investigador de la Academia Tibetana de Ciencias Sociales.
"El ferrocarril reducirá
drásticamente los costes del transporte de materiales tanto de
entrada como de salida del Tíbet, lo que ayudará a las empresas
locales y extranjeras que deseen entrar en el mercado local”,
explicó Wang.
El transporte ha sido uno de los
mayores obstáculos para el desarrollo económico del Tíbet, que
supone cerca de un octavo del territorio del país y es la única
provincia del país sin ferrocarril.
Más del 95% de las mercancías
transportadas a y desde Tíbet, y un 85% de los pasajeros lo hacen
por transporte de carretera a través de la carretera
Qinghai-Sichuan, según datos del Ministerio de Comunicaciones.
Como consecuencia del alto coste del
transporte, las materias primas tibetanas no pueden ser fácilmente
transportadas fuera de la provincia y existe un gran desequilibrio
entre las importaciones y exportaciones de la provincia.
“El ferrocarril ayudará a paliar
este desequilibrio”, afirma Wang.
Liu Kai, un investigador de la
Academia de Ciencias Sociales de Beijing, afirma que el ferrocarril
también potenciará la industria turística, y atraerá a visitantes
nacionales y extranjeros.
El proyecto del ferrocarril ha
generado preocupación sobre sus posibles efectos negativos sobre el
Medio Ambiente porqué la meseta Qinghai-Tibet tiene un muy
vulnerable ecosistema de alta montaña y una vez la vegetación sufre
daños no puede ser fácilmente regenerada.
En respuesta a tales observaciones,
Liu afirma que el ferrocarril tendrá en consideración el
ecosistema, con cerca de un 8% de su presupuesto dedicado a la
protección medio ambiental, el mayor presupuesto jamás asignado a
tal partida en un proyecto ferroviario en China.
(09/03/2005,CIIC)
|