La unificación o estandarización de la tarifa de impuestos de sociedad que se aplicará a las compañías chinas y foráneas es una medida positiva, afirmó Lau Pui-king, diputada por Hong Kong a la Asamblea Popular Nacional (APN) de China, durante una entrevista concedida a www.china.org.cn, en la que subrayó que las empresas prefieren un mercado más justo y abierto.
"China puso en marcha la política de apertura hace casi 29 años y ahora es miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Se está desarrollando un mercado económico más maduro, por lo que una política tributaria justa es necesaria”, dijo Lau.
La situación política estable del país, el modelo sano de desarrollo económico, la magnitud del mercado, las fuentes de trabajo y la infraestructura de servicios y negocios del gobierno, que están aumentando continuamente, son los principales factores que están atrayendo la inversión foránea.
En ese sentido, los tributos son considerados menos importantes que los impuestos transparentes y las políticas gubernamentales imparciales.
Lau destacó que las diferencias de impuestos entre las compañías nacionales y extranjeras en diversas regiones del país son un problema. Esto es un tipo de inversión distorcionada, pues las empresas domésticas aportan cerca del 80 por ciento de todo el impuesto fiscal corporativo.
"La unificación tributaria propuesta ayudará a fomentar un sistema de impuestos justo, regulado y transparente para todos los negocios y ayudará a mejorar la calidad y el estándar en la utilización de la inversión extranjera”, comentó.
Sin embargo, los críticos señalan que un índice promedio de impuesto de un 25 por ciento -un cambio significativo en relación con la tasa del 15 y el 33 por ciento actual- podría elevar el monto total del gravamen a las empresas de capital extranjero a unos 5.000 millones de dólares anuales.
Lau respondió que esas compañías deberían ver a China como un mercado único y no enfocarse solamente en ciertas regiones.
“Por ejemplo, ¿si una empresa paga un 15 en una ciudad, pero tiene que pagar un 33 por ciento en otras 50 ciudades, no sería menos desfavorable estandarizar el impuesto en un 25 por ciento?”
Además, el 25 por ciento es comparable con el 26 por ciento promedio global, añadió la diputada.
“El nuevo impuesto fiscal podría significar más oportunidades para las empresas nacionales y extranjeras. En la práctica, esta medida estimulará a las compañías a expandirse hacia otros países y dará a las pequeñas y medianas empresas mayor espacio de desarrollo.”
Como resultado de este cambio, la diputada añadió que no espera que se produzca una reducción de la inversión extranjera en el país.
El pasado año, China registró un récord por concepto de recaudación de impuestos fiscales, que ascendieron a 3.76 trillones de yuanes (485.6 mil millones de dólares), sin incluir los tributos por la adquisición de tierras de cultivo y los negocios de bienes y raíces. Las compañías de capital extranjero aportaron 153.4 mil millones de yuanes (19.8 mil millones de dólares), un cuatro por ciento del total.
Las cifras demuestran que las empresas chinas aportaron la mayor parte de la renta fiscal. Según cálculos oficiales, la nueva tarifa impositiva reducirá los impuestos de estas en 134 mil millones de yuanes (17.3 mil millones de dólares), mientras que las compañías extranjeras deberán pagar en correspondencia cerca de 41 mi millones de yuanes más que hasta el momento, equivalentes a unos 5.3 mil millones de dólares. Pese a ello, los fondos estatales experimentarán una reducción total de 93 mil millones de yuanes (12 mil millones de dólares).
No obstante, dado el crecimiento cada vez más acelerado de la economía china, el incremento de la competitividad de los negocios y el impulso a la renta fiscal, estamos convencidos de que con los impuestos y la política financiera el país podrá compensar estas pérdidas.
Las medidas preferenciales transitorias establecen que a las viejas empresas, que abonaban un impuesto sobre la renta de un 15 por ciento o un 24 por ciento, con la aplicación de las leyes actuales, se les vaya aumentando gradualmente el tributo en un período de cinco años, una vez entre en vigor la Ley, según el proyecto presentado a la APN.
Al mismo tiempo, las políticas tributarias preferenciales ofrecerán otras facilidades a los proyectos inversionistas relacionados con la protección del medio ambiente, conservación del agua, seguridad de la producción y desarrollo de altas tecnologías.
(15/03/2007, CIIC)
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