El 1° de julio del año pasado se abrió al tráfico el ferrocarril Qinghai-Tíbet. Ocho meses después, los diputados del Tíbet a la Asamblea Popular Nacional (APN) y los miembros del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh) de esa región autónoma llegaron a Beijing, tomando justo el tren que recorre ese trayecto para participar en las dos sesiones anuales de ambos organismos.
Este viaje convirtió a la nueva vía férrea en foco de atención para los medios de prensa, tanto chinos como extranjeros. En la tarde del 7 de marzo, la reportera de www.china.org.cn conversó con uno de los dirigentes de la autonomía sobre el significado del recién estrenado tramo ferroviario.
Zhang Qingli, diputado a la APN, secretario del Comité Regional del Partido Comunista de China en el Tíbet y miembro del XVI Comité Central de esa organización, declaró que “la inauguración del tráfico a través del ferrocarril Qinghai-Tíbet ha permitido recortar la distancia entre Tíbet y el interior del país, y también entre Tíbet y el mundo. Es un gran acontecimiento y un milagro creado en el techo del mundo”.
El dirigente explicó que el significado del trayecto para la región radica no solo en el acercamiento que representa con otros puntos del país, sino que rompe el aislamiento, que permite al Tíbet incorporarse al gran mercado nacional, impulsar su gran desarrollo económico y promover el cambio de la mentalidad y el valor del pueblo tibetano.
Puso como ejemplo el hecho de que después de la construcción del ferrocarril Qinghai-Tíbet, aunque no hay mucho que transportar hacia afuera, ha permitido la entrada de grandes cantidades de materiales y recursos y ha bajado el costo del transporte y la tarifa, lo cual ha traído beneficios concretos y reales a los pobladores.
Después de la inauguración del ferrocarril Qinghai-Tíbet, la región ha saludado un veloz desarrollo del sector terciario, sobre todo el turismo, que presenta un enorme potencial. El año pasado las tierras tibetanas fueron visitadas por 2.51 millones de personas, con un aumento del 39,5% respecto del año precedente y los ingresos por este concepto ascendieron a 2.770 millones de yuanes (más de 293 millones de dólares), para un aumento del 43,2% en comparación con 2005.
Zhang hizo saber a nuestra reportera que los pobladores a lo largo de la línea férrea, sobre todo los agropecuarios, han recibido los beneficios traídos por la línea férrea. Las casas construidas por el Gobierno en el “proyecto de vivienda acomodada” para los agropecuarios, son susceptibles de ser usadas para servir de alojamiento a los turistas. Así, por una parte aumentan los ingresos de los tibetanos y por la otra, ayuda a los viajeros de diversos lugares a disfrutar de la peculiar cultura y percibir la amistad, honradez y hospitalidad de los habitantes locales.
-¿Al mismo tiempo que el ferrocarril Qinghai-Tíbet ha traído un enorme flujo de turistas y la oportunidad de desarrollo, ha acarreado influencias malsanas al ambiente ecológico de la meseta de Tíbet?
A esta interrogante de nuestra reportera, Dekyi expresó: “Los departamentos concernientes del Estado prestaron gran atención a la protección del ambiente a lo largo de la línea férrea desde el inicio de la construcción. Esta vez, cuando veníamos en tren a Beijing para participar en las sesiones de la APN y la CCPPCh, vimos con nuestros propios ojos rebaños de antílopes tibetanos y burros salvajes tibetanos y la vegetación está bien protegida, lo que ofrece una hermosa escena de desarrollo armonioso entre el hombre y la naturaleza”.
Para algunas personas, el brusco crecimiento de turistas probablemente podría hacer presión sobre la protección, por lo que el gobierno local no solamente elaboró y lanzó una serie de leyes y reglamentos correspondientes, sino que estableció también el Organismo de Coordinación y Control, con el fin de concretar los diversos reglamentos y medidas de la conservación ecológica y la protección ambiental. Dekyi precisó: “Hasta la fecha, no ha ocurrido ninguna contaminación ambiental seria”.
Por último, Zhang Qingli hizo un balance con las palabras del habla popular tibetano. “El ferrocarril Qinghai-Tíbet es una línea económica, fraternal, ecológica y feliz. Su puesta al tráfico ha abierto para el Tíbet una excelente y preciosa oportunidad de desarrollo y conducirá a su pueblo a un futuro hermoso”.
(12/03/2007, CIIC)
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