China podría realizar el sueño de contar con su propio avión de gran capacidad antes de 2020, si los preparativos continúan según lo previsto.
"Contamos en la actualidad con buenas condiciones para desarrollar aviones de gran capacidad, gracias al apoyo de la creciente economía nacional, el desarrollo tecnológico y nuestra experiencia en la fase de producción", señaló hoy Liu Daxiang, subdirector del departamento de desarrollo científico y tecnológico de la Corporación de Industria de Aviación de China I (AVIC I).
Los preparativos han avanzado a buen ritmo, subrayó Liu, quien ocupa también un asiento como diputado de la presente sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN, parlamento chino), inaugurada el pasado lunes en Beijing.
El actual proyecto del avión de medio alcance ARJ-21, iniciado en 2005, ha permitido a expertos y técnicos chinos obtener preparación en cuestiones tecnológicas, así como de gestión, afirmó Liu, académico de la Academia de Ingeniería de China.
El ARJ-21, cuyos derechos de propiedad intelectual pertenecen a China, ha iniciado la fase de vuelos en prueba y podría incorporarse al mercado en 2008.
Por otra parte, los fabricantes nacionales que suministran piezas para la firma estadounidense Boeing y la europea Airbus, pueden contribuir en gran medida a desarrollo del modelo chino.
Sin embargo, Liu no ha descartado la incorporación de cooperación internacional en el programa, lo que permitiría que ciertas piezas, entre ellas las esenciales para el funcionamiento del reactor, fueran fabricadas por terceros países, si bien la propiedad intelectual continuaría siendo china.
"Se trata de una práctica común en el sector, tal y como muestran Boeing y Airbus, quienes adquieren piezas en terceros países", recalcó Liu.
Según el experto, el Gobierno debe elaborar regulaciones para el desarrollo de grandes aviones civiles lo antes posible para asegurar un avance fluido del proyecto.
"Un avión de gran capacidad de producción propia podría inspirar al país al mismo nivel que el programa aeroespacial tripulado", indicó Liu, quien agregó que "el proyecto puede también acelerar el progreso tecnológico de la industria de la aviación china y promover el desarrollo de sectores secundarios."
China inició la producción de aviones de gran capacidad en 1970, sólo dos años después de la aparición del primer Airbus, pero el programa fue suspendido posteriormente a pesar de un inicio prometedor.
Después de décadas de suspensión, el gobierno central chino reactivó el proyecto original en el XI plan quinquenal (2006-2010) con el objetivo de cubrir la creciente demanda del gigante asiático.
Es considerado un avión de gran capacidad aquel con capacidad de carga superior a 100 toneladas o con más de 150 pasajeros.
Hasta el momento, sólo Estados Unidos, Rusia, Francia, Alemania, Reino Unido y España cuentan con tecnología para producir aviones de gran capacidad, con el fabricante estadounidense Boeing y el europeo Airbus a la cabeza en el mercado internacional.
Los expertos confían en que China se convierta en el segundo mayor mercado de la aviación civil en 2030, soló superado por EEUU, tras un crecimiento superior al 95 por ciento de los desplazamientos en avión en los últimos cinco años.
Ante tamaña demanda, China necesitará 1.600 aviones nuevos en los próximos quince años, con una inversión de al menos 150.000 millones de dólares USA.
(12/03/2007, Agencia de Xinhua)
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