Wu Jinglian, miembro del Comité Central de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh) e investigador del Centro de Estudios del Desarrollo del Consejo de Estado, expresó hace poco que la especulación de todo el pueblo no es normal. Advierte que los accionistas deben responsabilizarse de los riesgos del mercado de valores, que siempre son increíbles.
Al enterarse de que actualmente la gente toma como fundamental la inversión en la compra de viviendas y la especulación, Wu Jinglian afirmó que “en la economía de mercado no sólo existen estos dos canales. Si es verdadera la realidad, significa que el canal de inversión no está bien despejado”.
Excitados por la elevación considerable de los precios de acciones a partir del nuevo año, los inversionistas han participado en el mercado con cada vez más entusiasmo. En mayo de 2006, los nuevos accionistas que abrieron la cuenta en un día superaron los 60.000, cifra que ascendió a 70.000 a fines del mismo año. Los datos evidencian que hasta el 23 de enero de este año, el número de cuentas individuales para las acciones A y B y los fondos cerrados sobrepasaron los 80 millones, llegando a 80,53 millones. Al mismo tiempo, el número de aperturas diaria de las cuentas de acciones A estableció un récord histórico, alcanzando los 90.000. La “especulación de todo el pueblo” alcanzó un auge sin precedentes.
La buena información bursátil atrajo a muchos inversionistas, lo cual no es nada normal, pero tampoco sorprendente, debido en cierto sentido al estorbo de la inversión del capital popular y a los pocos conocimientos bursátiles que poseen los inversionistas comunes. Esta participación a ciegas no sólo trae enormes riesgos de inversión, sino que también produce muchos factores negativos para el desarrollo sano en este aspecto.
En general, la inversión del capital popular tiene tres opciones: en el mercado accionista, en las empresas por acciones y en la creación directa de empresas. Sin embargo, las dos últimas parecen verse obstaculizadas. Debido a este fenómeno anormal, a la vez de la falta de canales de inversión popular, las empresas no públicas enfrentan dificultades de financiación. Algunos economistas afirman que cuando la actual vida económica permita activar el capital individual, todos los problemas que afligen la inversión y el consumo en China se resolverán fácilmente.
Por ello, la tarea urgente requiere racionalizar los canales de inversión popular, dejando que más capital del pueblo juegue su papel efectivo. Se debe fortalecer la orientación de este tipo de capital al sector industrial, explorar, conforme a las características concretas de distintas ramas de actividades, diversas formas de organización de proyectos y de financiación, estimular de manera planificada y orientar ese capital a los campos de infraestructuras, industrias de base y servicios de bienestar. Asimismo es necesario reforzar el apoyo político de finanzas e impuestos, que favorecen a las empresas de distintas propiedades, incluida la no pública, en su toma de medidas y apertura de canales múltiples, para absorber el capital popular. Siempre y cuando dichos canales sean desembarazados, los riesgos de la inversión de ese capital bajarán al nivel mínimo y los beneficios se maximizarán, mientras que la especulación de todo el pueblo, fenómeno anormal, desaparecerá.
(11/03/2007, CIIC)
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