El mayor problema que enfrenta la construcción de una sociedad armoniosa en China son las diferencias existentes entre la ciudad y el campo, que incluyen la disparidad en el nivel de los ingresos, servicios públicos y financieros y seguro social. Una vez resueltos estos inconvenientes, se habrá creado el necesario equilibrio entre la vida citadina y rural.
En la mañana del 4 de marzo, Huang Qifan, diputado a la Asamblea Popular Nacional (APN) y vicealcalde permanente de la ciudad de Chongqing, fue invitado al programa de entrevistas de nuestra página web: www.china.org.cn, donde presentó a los cibernautas las perspectivas del desarrollo armonioso de esa localidad.
Huang precisó que la sociedad armoniosa se refleja en cuatro aspectos fundamentales. En primer lugar, el desarrollo de la ciudad y el campo presenta una igualdad relativa y la diferencia de ingresos se reduce de manera continua. Actualmente la disimilitud de los salarios entre uno y otro ambiente de Chongqing es de 1 a 4, proporción que deberá bajar de 1 a 3,5 a finales del período del XI Plan Quinquenal y llegar a una relación de 1 a 2,5 para el año 2020. A medida que decrezca paulatinamente la brecha existente entre la ciudad y el campo, el desarrollo de ambos sectores tenderá a armonizarse en lo conjunto.
En segundo lugar, es necesario materializar la integración de las metrópolis y las áreas campestres en lo referente a la educación, sanidad y diversos servicios públicos. Actualmente los habitantes citadinos tienen una tasa de posesión de todo tipo de recursos públicos muy superior a la de los campos, respecto de la educación, salud, etc. Por esa razón el financiamiento deberá orientarse todo cuanto pueda hacia las zonas rurales, de modo que el nivel de los servicios públicos, educacionales, sanitarios y culturales en estas aumente y registre una paridad general.
Como tercer punto, la seguridad social en las dos regiones debe mantener un equilibrio relativo. Los habitantes urbanos gozan en general del seguro de jubilación, asistencia médica, desempleo y garantía de bajo ingreso, mientras que la población rural no está totalmente protegida en esos cuatro aspectos. Establecer un perfecto sistema de seguridad social en los campos en los próximos cinco y diez años y elevar el nivel de servicios de la seguridad social a otros grupos de personas necesitadas constituirá un importante eslabón para la construcción de la armonía de Chongqing.
En cuarto lugar, es menester elevar el nivel de servicio financiero en las zonas rurales. Actualmente el sector está muy desarrollado en las ciudades chinas, incluida la de Chongquing, y destina a ellas el 90% de esos recursos, mientras que a las áreas campestres solo llega el 10% restante. Acortar esa diferencia es un reto de gran importancia.
Huang sostuvo que entre las ciudades que responden directamente al Gobierno Central, la consideración global de los asuntos urbanos y rurales implica una tarea especial y propia de Chongqing. Las otras urbes directamente subordinadas a la jurisdicción central no tienen tanta extensión de zonas agrícolas, por eso la consideración en conjunto de los asuntos urbanos y rurales no es un problema relevante.
Pero para nuestra provincia, el que la gran ciudad promueva el gran campo es un tema fundamental. Por lo tanto, por una parte, debemos aumentar las inversiones en las zonas rurales; y por la otra, partiendo de una consideración del dinamismo, desarrollar la ciudad con el fin de ampliar la plataforma para tomar una consideración en conjunto entre ella y el campo.
Por ejemplo, si establecemos una esfera económica para trasladar un número considerable de campesinos a las ciudades, lograremos reducir la población campestre y en consecuencia crecerán los recursos naturales per cápita, de modo que los campesinos se enriquecerán y las diversas condiciones de garantía mejorarán.
(06/03/2007, CIIC)
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