El primer ministro chino Wen Jiabao declaró hoy en Beijing que han madurado la oportunidad y las condiciones para unificar los impuestos de sociedad de capital nacional y de las de capital foráneo, con lo cual ambos tipos de empresas se situarán en un plano de competencia en pie de igualdad.
Se trata de un paso necesario para promover la reforma de los sistemas fiscales y tributarios, indicó Wen al presentar el informe sobre la labor del gobierno a la actual sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN), el máximo órgano legislativo de China, que se ha inaugurado esta mañana en Beijing.
La tasa unificada de los impuestos de sociedad ayudará a impulsar la creación de un sistema tributario más justo, más regulado y más transparente para todos los tipos de negocios, y a mejorar la calidad y el estándar de la utilización de las inversiones foráneas por parte de China, precisó el domingo Jiang Enzhu, portavoz de la sesión anual de la APN, en una conferencia de prensa.
"El proyecto de ley de los impuestos de sociedad de capital nacional y de capital foráneo no causará una influencia masiva sobre las compañías extranjeras ni afectará su entusiasmo de realizar inversiones en China", sostuvo Jiang.
El proyecto de ley sugiere unificar las tasas de los impuestos sobre la renta de ambos tipos de empresas en el 25 por ciento, según informes anteriores.
El proceso de legislación se inició en diciembre pasado tras varios años de críticas sobre la original estructura de los impuestos sobre la renta, que es injusta para las empresas nacionales.
Actualmente, las compañías chinas pagan una tasa de impuestos sobre la renta del 33 por ciento, mientras las de capital foráneo, que se benefician de las políticas incitativas tributarias, pagan un promedio del 15 por ciento.
Muchas personas consideran que esta política obstaculiza el desarrollo de las empresas nacionales que tienen que enfrentarse a la competición desde el ingreso de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001.
Shi Yaobin, director del Departamento de la Política Tributaria del Ministerio de Hacienda, señaló que la reforma de los impuestos de spciedad marca la madurez de la economía de mercado socialista de China.
"Esto no supone colocar restricciones sobre las compañías extranjeras ni neutralizar sus contribuciones tributarias demasiado pequeñas. El propósito es crear un ambiente justo de competición", añadió Shi.
Expertos locales acordaron que el cambio de la tasa tributaria es realmente un compromiso de China ante la OMC de ofrecer igual tratamiento a las empresas nacionales y extranjeras, lo que puede fortalecer el papel responsable del país y permitirlo ser más atractivo para la inversión extranjera.
Joseph Lee, un socio asesor de impuestos y negocios de Ernst and Young Beijing, está seguro de que un incremento tributario del 10 por ciento no debilitará el entusiasmo de las empresas extranjeras por su inversión en China.
"Lo que importa en la decisión de las empresas extranjeras es el enorme potencial del mercado de China. Las peticiones no sólo están limitadas a las preferenciales políticas tributarias", añadió Lee, quien ha ofrecido servicios de asesoramiento sobre impuestos para las multinacionales durante 20 años.
Carlson Wagonlit Travel (CWT), la segunda mayor compañía de gestión de viajes del mundo, ha declarado un plan ambicioso de expandir sus negocios en China. Ha registrado un aumento anual de 34 por ciento en su volumen de ventas, tasa más alta que en cualquier sucursal suya en otros lugares.
"La tasa tributaria no supera nuestras preocupaciones", dijo el presidente de CWT, Hubert Joly, quien añadió que lo que le interesa más es cómo se elevará la proporción de las compañías chinas entre sus clientes desde el actual dos por ciento.
Un informe de investigación del Banco Mundial analiza que la estable situación política, el sano desarrollo económico, el inmenso mercado y los ricos recursos laborales, así como una infraestructura de negocios y servicios de gobierno cada día más mejorados en China constituyen los principales factores que atraen la inversión extranjera.
Los incentivos tributarios son usualmente calificados de menos importantes que las políticas tributarias transparentes e indiscriminadas del gobierno, precisa el informe.
Mientras tanto, para debilitar el impacto sobre las compañías extranjeras, el Ministerio de Hacienda se ha comprometido a permitir un período de transición.
"La tasa de los impuestos sobre la renta se incrementará gradualmente al 25 por ciento durante dicho período, y las empresas extranjeras todavía pueden disfrutar de las actuales políticas dentro de un límite de tiempo regulado", según Shi.
Según la actual práctica, los nuevos inversores extranjeros pueden ser exentos de los impuestos sobre la renta durante dos años y disfrutar de una reducción de 50 por ciento durante otros tres años.
Los generosos incentivos tributarios han estimulado la entrada del capital foráneo en China, que ha sido uno de los principales destinos de la inversión directa extranjera en el mundo, con 53. 500 millones de dólares USA en 2003, 60.600 millones en 2004 y 60. 300 millones de 2006 en términos de la cantidad realmente utilizada.
El año pasado, China registró un récord de ingresos tributarios de 3,76 billones de yuanes (482.000 millones de dólares), cifra que excluía los aranceles aduaneros, los impuestos sobre la adquisición de tierras cultivadas y los sobre los contrados inmobiliarios.
Las compañías de capital foráneo contribuyeron con 153.400 millones de yuanes (19.700 millones de dólares), o sea, el cuatro por ciento del total.
(05/03/2007, Agencia de Xinhua)
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