El nuevo plan quinquenal de
desarrollo económico y social de China en el periodo 2006-2010,
sometido a deliberación y posterior aprobación por la actual sesión
anual parlamentaria, supone una combinación de oportunidades y
desafíos para la dirección central del país.
El informe sobre el trabajo del
gobierno, presentado el pasado domingo por el primer ministro Wen
Jiabao a la IV sesión de la X Asamblea Popular Nacional, señala que
el entorno internacional será beneficioso para el desarrollo de
China en los próximos cinco años, sin bien existen numerosas
incertidumbres.
"Existen condiciones favorables,
pero también numerosos factores restringentes y dificultades,"
afirmó Wen.
El borrador de 90 páginas del XI
Plan Quinquenal para el desarrollo económico y social de China, que
será deliberado por los cerca de 3.000 miembros que componen la
asamblea, constituye el elemento más atractivo de esta sesión.
El objetivo del plan es asegurar la
reforma y la apertura al exterior de China, por lo que será puesto
en funcionamiento de forma gradual de acuerdo con los objetivos
proyectados, según Bai Gang, experto en ciencia política de la
Academia de Ciencias Sociales de China.
Problemas como el rápido desarrollo
económico, el gran consumo de energía y la disparidad económica
entre los distintos grupos sociales, han sido incluidos en el
informe de Wen como cuestiones que han de ser afrontadas en los
próximos cinco años.
De igual modo, el informe plantea la
necesidad de mejorar la estructura económica y la capacidad de
innovación, el control de la contaminación, la creación de mayores
oportunidades laborales, el equilibrio entre la inversión y el
consumo, la reducción de las diferencias salariales y la promoción
de los servicios de bienestar público.
(07/03/2006, Agencia de Xinhua)
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