El máximo magistrado chino, Xiao Yang, pidió hoy, miércoles, intensificar esfuerzos para continuar la lucha contra la corrupción de funcionarios de acuerdo con la ley. Xiao, presidente del Tribunal Popular Supremo, destacó que un total de seis ex funcionarios ministeriales fueron sentenciados por crímenes relacionados con la corrupción en el desempeño de sus cargos el año pasado. Los seis ex alto cargos fueron: el ex gobernador de la provincia de Yunnan, Li Jiating; el ex vicepresidente del Comité Provincial de Shandong de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), Pan Guangtian; el ex presidente del Tribunal Popular Superior de la provincia de Liaoning, Tian Fengqi; el ex subgobernador de la provincia de Hebei, Cong Fukui; el ex subgobernador de la provincia de Zhejiang, Wang Zhongli, y el ex gobernador del Banco de Construcción de China, Wang Xuebing. Las penas sobre estos ex funcionarios oscilan de la pena capital y la prisión perpetua, a la prisión de entre 12 y 15 años, según las informaciones previas. Estos seis altos cargos forman parte de un grupo de 458 trabajadores gubernamentales sentenciados por corrupción, agregó Xiao. El tribunal trató un total de 22.986 casos de corrupción el año pasado, indicó Xiao en su informe sobre el trabajo del Tribunal Popular Supremo, presentado ante la actual sesión anual de la X Asamblea Popular Nacional (APN), el parlamento chino. La lucha contra la corrupción se ha intensificado este año. En el último caso del mes pasado, el ex subgobernador de la provincia de Anhui, Wang Huaizhong, fue ejecutado por aceptar más de cinco millones de yuanes (unos 600.000 dólares) en sobornos y por no poder explicar la procedencia de otros 4,8 millones de yuanes en acciones. Según las reglas del Partido Comunista de China, otros seis ex funcionarios ministeriales también han sido sancionados por la Comisión Central de Control Disciplinario del PCCh. Por su parte, el fiscal general de la Fiscalía Popular Suprema, Jia Chunwang, dijo en su informe presentado hoy al parlamento que en 2003 se investigaron 39.562 casos en los que se implicaron a 43.490 sospechosos, y se recuperaron 4.300 millones de yuanes (unos 517 millones de dólares) de pérdidas económicas. Los órganos de la fiscalía "están determinados a lanzar una dura lucha contra la corrupción en los terrenos judicial y de aplicación de la ley", precisó Jia, que añadió que el año pasado 9.720 trabajadores judiciales y de ejecución de la ley fueron investigados como sospechosos de recibir sobornos y de aplicar la ley para servir a sus amigos o parientes. Según el máximo juez Xiao, los tribunales chinos a distintos niveles concluyeron el año pasado las investigaciones sobre 5.687.905 casos que involucraron una suma de 768.500 millones de yuanes, un 0,78 por ciento y 8,33 por ciento, respectivamente, frente al año anterior. De dicha cifra, se trataron 735.535 casos criminales y 933.967 delincuentes fueron sentenciados, un aumento del 1,21 por ciento y el 1,51 por ciento. La corrupción sigue siendo una principal preocupación de muchos chinos. Xinhuanet.com, la mayor página web de noticias de China, descubrió en una investigación en la red que la lucha contra la corrupción es el principal interés de los encuestados. La dirección de China es consciente de esta situación. El primer ministro, Wen Jiabao, reconoció en su informe sobre el trabajo del gobierno presentado al parlamento que "para el gobierno es una tarea difícil rectificar a sí mismo y luchar contra la corrupción". "La corrupción se mantiene como un problema primordial y todavía existen en China el semillero y las condiciones apropiadas que conducen a la corrupción", indicó Hu Jintao, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), en una reunión de la Comisión Central de Control Disciplinario celebrada en febrero del año pasado. "La situación de la corrupción en el país aún es grave y luchar contra ella todavía es una tarea dura", subrayó Hu, también presidente de Estado. Las cifras oficiales muestran que de 1992 a 1997, un total de 669.300 miembros del PCCh fueron sancionados por corrupción, y el número subió a 846.150 en 1998-2002, un incremento del 26,4 por ciento. El PCCh publicó sus primeras reglamentos de supervisión interna a principios de este año para intensificar la campaña anticorrupción. Estos reglamentos han puesto a todos los 68 millones de miembros del Partido bajo la supervisión pública. "La promulgación de los reglamentos supone que el Partido ha decidido basar sus esfuerzos anticorrupción en las estrictas reglas disciplinarias en vez de en la voluntad política de los dirigentes", señaló Li Yongzhong, un investigador de la Comisión Central de Control Disciplinario del PCCh, que participó en la elaboración de dichos reglamentos durante 13 años. Los legisladores y miembros del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), el máximo cuerpo asesor del país, que critican generalmente los informes del Tribunal Popular Supremo y la Fiscalía Popular Suprema, acordaron que China aún tiene un largo camino que recorrer en la lucha contra la corrupción. "Esta lucha se ha intensificado durante los últimos años y la corrupción se ha controlado en cierto grado", dijo Zuo Lianbi, miembro del Comité Nacional de la CCPPCh y funcionario de dicha Comisión Central del Control Disciplinario. "Pero también es innegable que la situación de la corrupción es demasiado grave en algunos lugares y sectores", añadió Zuo. Algunos diplomáticos extranjeros en Beijing que han seguido la sesión parlamentaria dijeron que lo que China ha hecho hasta ahora es "encomiable". "Pienso que la lucha contra la corrupción que ha lanzado el Gobierno chino es loable", indicó David C. Saviye, embajador de Zambia en China. "La dirección de China ha promovido el concepto de 'considerar a la persona como lo primordial'. Si este concepto se puede instituir realmente en la mente de los funcionarios, la corrupción podrá superarse", sostuvo el diplomático. (11/03/2004) |