La dirección actual está altamente consciente de que su éxito será medido, después de todo, no sólo por un PIB acelerado, sino también por el incremento del ingreso de los campesinos y la mejora del modo de vivir de este importante grupo de 900 millones de personas. He ahí el foco del esfuerzo de China por la modernización, que está llevando adelante una generación de dirigentes dotados del toque de calor humano. Cuando el Primer Ministro Wen Jiabao visitó la remota granja de pollos de Chen Lianfu y su esposa, Wang Dongyun, campesinos de la aldea Shangcun, provincia de Hubei, durante la pasada Fiesta de la Primavera de este año, el matrimonio se sintió tan anonadado por la presencia del dirigente que no atinaron a quitarse las mascarillas protectoras que usaban cuando Wen se los pidió. "Quítense las máscaras, por favor. No tengo miedo de contraer la enfermedad", aseveró el Primer Ministro al aproximarse para estrecharles las manos. Chen vaciló y no fue hasta que el Primer Ministro reiteró su petición que él y su mujer consintieron en despojarse de las gasas que les cubrían los rostros. Tras desearles un feliz año nuevo, Wen se interesó por la cifra de pollos perdidos a causa de la actual epidemia de gripe aviaria y si la familia había recibido los subsidios. Chen respondió afirmativamente, diciendo que guardaría el dinero para su cría futura. En el recorrido por la granja, inspeccionando las fosas donde se enterraban las aves sacrificadas, el Primer Ministro garantizó al pollero que se podía evitar la epidemia y que el gobierno ofrecería programas de inmunización. Urgió asimismo a los funcionarios gubernamentales locales a prestar atención debida al proceso de descontaminación. Al terminar la visita de 20 minutos y posar para una fotografía con la pareja, que no escondían su alborozo, Wen Jiabao había sentado un ejemplo de la importancia de estar en centro de los problemas, como en el caso de la epidemia de gripe aviaria, en lugar de encerrarse en una oficina a escuchar informes de segunda mano. "Los cuadros de todos los niveles deben preocuparse por el pueblo. ¿Cómo podremos convencer a la gente de cualquier cosa sin escuchar antes la voz de las masas, y sin solucionar sus problemas?", afirmó Wen. El Presidente Hu Jintao, al realizar una visita de Estado a Egipto por esos días, se refirió a la importancia que el gobierno central otorga al tema de la epidemia y a las medidas tomadas, añadiendo que para el ejecutivo "la vida y salud del pueblo son la primera prioridad". Esta ha sido una especie de obsesión para la nueva dirigencia que asumió el poder en marzo pasado, cuando sus miembros se comprometieron a servir al pueblo, bajo el principio de que "nada carece de importancia cuando se trata de los intereses populares", como forma de mantener un estrecho vínculo con las masas. Esta es una de las características de la actual administración, a los ojos de muchos. Hu Jintao, el Presidente itinerante Desde que Hu fue electo Secretario General del Comité Central del Partido Comunita de China (PCCh), en noviembre de 2002, y presidente del país en marzo de 2003, el mismo ha efectuado 10 visitas por todo el país. Durante la epidemia de SRAG del año pasado, el dirigente inspeccionó las provincias de Guangdong y Sichuan y el municipio de Tianjin. Al ocurrir la tragedia del submarino No. 361 de la Marina de Guerra china, el presidente se fue a Dalian, una ciudad portuaria de la nordestina provincia de Liaoning, a reunirse con las familias de las víctimas del incidente. En la víspera del exitoso lanzamiento de la nave espacial tripulada Shenzhou 5, el Presidente se entrevistó con Yang Liwei, el primer astronauta del país. Hu acometió otras cinco giras, por las áreas pobres de China central y occidental, donde examinó la región autónoma de Mongolia Interior, la provincia de Jiangxi, así como otras provincias de Hunan, Shandong y Henan. El primer viaje de Hu fue a Xibaipo, en la provincia de Hebei, una aldea que sirvió de jefatura del PCCh en 1949. En Xibaipo, 270 km al suroeste de Beijing, el presidente definió la tarea del gobierno de "poner en primer lugar los intereses del pueblo". Tal principio es conocido como "Acercamiento al pueblo". Durante su estancia en las regiones subdesarrolladas, en medio de duras condiciones, Hu visitó a muchos pobres en áreas alejadas, donde se reunió con integrantes de todos los grupos étnicos sobre cuyas condiciones de vida hizo profundas investigaciones. Un prolongado período de trabajo en estas condiciones en las regiones occidentales y su propia experiencia profesional posterior le han permitido entender mejor las condiciones nacionales de China, consolidando su confianza en la posibilidad de acelerar el desarrollo económico y profundizar la reforma y la apertura. Al calor de estas experiencias Hu ha cultivado un estilo de trabajo imparcial y justo, de ejemplo personal, dedicación a la investigación, comprensión de los problemas de cada comunidad, sentido práctico y capaz de insuflar nuevos ánimos a las masas. Con temperaturas inferiores a 35 grados centígrados, el Presidente Hu visitó las áreas centrales y orientales de la región autónoma de Mongolia Interior a principios de 2003, pronunciándose por una estrecha labor conjunta de la organización partidista y cada uno de los labriegos en dificultades para mejorar la situación regional. El 10 de octubre de 2003, Hu visitó la inundada provincia de Hunan, donde dio instrucciones para acelerar el desarrollo de las regiones centrales y occidentales y mejorar la producción de granos. En diciembre del año pasado, Hu se personó en los hogares y tierras de labrantío de varios campesinos, así como en las empresas procesadoras de productos agrícolas en Liucheng y Heze, provincia de Shandong, y en Shangqiu y Kaifeng, provincia de Henan, en busca de soluciones para los problemas que afectan a los granjeros, la agricultura y las áreas rurales. En la víspera de la Fiesta de la Primavera, el 21 de enero, cuando la familia china se reúne en pleno, el Presidente Hu dejó a su familia y fue a visitar a aldeanos en Zhang Jiakou, en la fría provincia de Hebei, en el nordeste del país. El presidente preparó jiaozi (ravioles chinos hervidos) junto con los aldeanos, a la vez que charlaba con ellos y se comprometía a tener siempre en mente sus problemas. Lo ocurrido ese día ha dejado una huella profunda en el pueblo. El Presidente Hu Jintao nació en la ciudad de Taizhou, provincia de Jiangsu, en 1942, donde concluyó la enseñanza primaria y secundaria. Después de graduarse de la Facultad de Ingeniería Hidroeléctrica en la Universidad Tsinghua, en Beijing, trabajó en las entidades de base en la noroccidental provincia de Gansu por espacio de 14 años. Después de 1985, Hu fue designado secretario del Comité Provincial del PPCh en Guizhou, y a finales de 1988, fue nombrado secretario del Comité Regional Autónomo del PCCh en el Tíbet, donde laboró en dichas dos localidades por ocho años, hasta que lo eligieron miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del PCCh. Wen Jiabao, el Primer Ministro del pueblo Una imagen familiar para los chinos es la del Primer Ministro Wen ataviado con chaqueta informal y zapatillas deportivas, recorriendo las áreas rurales y de desastres, y charlando gustoso con los lugareños, preocupándose por la situación de los mismos. En atención a sus desvelos se le conoce como Primer Ministro del pueblo "Wen, nacido en septiembre de 1942, en Tianjin, se desempeñó como ingeniero geológico por algún tiempo. Se graduó del Instituto de Geología de Beijing, antes de trabajar en la oficina provincial de Gansu, en calidad de técnico y cuadro dirigente de base por 15 años consecutivos. Tras visitar más de 1.800 distritos de todo el país, la mayoría de ellos en los lugares más pobres de China, Wen está bien enterado del desequilibrio en el desarrollo entre las áreas urbanas y rurales. "Usted puede ver muchos rascacielos en algunas grandes ciudades de las regiones del este, mientras que en el campo los granjeros todavía viven en chozas cubiertas con paja y aran la tierra con bueyes. China tiene 30 millones de personas en la pobreza. Hay gran disparidad entre las áreas urbanas y rurales y entre el desarrollo económico y social", admite el Primer Ministro, que no deja de reiterar que "el gobierno nunca olvidará a las masas en dificultades". Del 20 al 22 de enero, el Primer Ministro Wen visitó las áreas rurales, las fábricas, las instituciones del gobierno y los sectores eléctricos y ferroviarios en Xinxiang y Zhengzhou, en la provincia central de Henan, donde se encontró con campesinos, obreros, funcionarios de seguridad pública y policías, ya hasta los bomberos. Al despuntar el día 30, último del Año Nuevo lunar chino, el Primer Ministro Wen llegó a la aldea de Zhaodi, en el distrito de Xinxiang, provincia de Henan. Ji Changrei, un aldeano de 80 años agarró con firmeza las manos de Wen y dijo emocionado: "Nunca soñé que el Primer Ministro vendría a desearme un feliz Año Nuevo en momento tan especial". Wen charló abiertamente con los aldeanos, preguntándoles acerca de los preparativos para el Año Nuevo, sobre los precios del grano y las áreas donde se cultiva el mismo. Les exhortó a proteger la tierra cultivada y sembrar más grano. En el hogar del granjero Jing Huaimin, en la aldea de Qushui, el Primer Ministro Wen se interesó acerca de sus ingresos anuales, si tenía dificultades para verse con el médico y si los niños de la granja asisten a la escuela. Pidió asimismo informes detallados a los cuadros de la aldea acerca de las reformas relativas a los impuestos sobre la renta y los planes de ensayo sobre la atención médica cooperativa. Bien conocidos son también los desvelos de Wen para lograr que se paguen los sueldos atrasados a los trabajadores emigrantes. El 24 de octubre de 2003, tras llegar a Wanzhou, situado en la zona del embalse de las Tres Gargantas de Chongqing, con una población de 250.000 personas que se han desplazado desde otros sitios, el Primer Ministro Wen se reunió con los trabajadores emigrados. Al arribar a la aldea de Longquan, en el distrito de Yunyang, Wen se vio rodeado rápidamente por los aldeanos que trabajaban en las tierras de labrantío. El Primer Ministro sonreía a todos, preguntando por su producción y condiciones de vida. Después de recibir las respuestas, inquirió: "Qué dificultades tienen, y qué podemos hacer por ustedes?" "Primer Ministro, yo quisiera decir algo sobre el pago de mi marido", dijo sin titubeos una mujer nombrada Xiong Deming, sentada al lado de Wen, quien contó que su cónyuge, Li Jianming, trabajaba para un equipo de construcción en el distrito de Yunyang. El jefe del equipo adeudaba a Li más de 2.000 yuanes, sin que le hubiese pagado en todo un año. Esta situación había afectado el pago de la educación de los hijos. En respuesta, Wen afirmó que en breve se reuniría con el director del distrito y se aseguraría de que se pagaran los sueldos debidos a los campesinos. A las 11 de la noche de ese mismo día, Wen habló con el funcionario responsable del distrito. Xiong Deming y su marido recibieron los 2.240 yuanes de salario atrasado. El Primer Ministro había cumplido su palabra. Las historias sobre las estrechas relaciones del Primer Ministro con el pueblo abundan. Durante el período de la epidemia de SRAG, por ejemplo, se le vio en hospitales y escuelas. Durante el terremoto en la región autónoma uigur de Xinjiang, Wen visitó a las víctimas. Cuando el río Huaihe se desbordó, Wen comió la misma comida que los pobladores del área. El día mundial del SIDA, Wen estrechó las manos de los pacientes afectados por el síndrome. El nuevo gobierno no sólo demuestra preocupación por la vida del pueblo. Aún más importante: demuestra respeto por la voluntad del pueblo. (26/02/2004,CIIC) |