Hace diez años Hong Kong constituyó el foco de una batalla verbal entre diplomáticos chinos y británicos. Después de ese episodio, la metrópoli financiera asiática ha devenido puente sólido para las relaciones asociadas de los dos países, afirmó el ex embajador del Reino Unido en China, Chistopher Hum, quien considera que en las relaciones amistosas bilaterales, Hong Kong es un factor activo.
Antes de asumir el cargo de director del Gonville and Caius College, de la Universidad Cambridge, el Sr. Hum cumplió perfectamente la última misión diplomática que le asignara Londres, en Beijing, durante 4 años.
Hace 4 décadas, el entonces graduado de Cambridge, de 21 años de edad, entró al Ministerio de Relaciones Exteriores y empezó a mantener vínculos con China que a la postre se hicieron indisolubles. Después de aprender el idioma chino en Hong Kong, en 1970, fue enviado a trabajar en la Oficina de Inglaterra en Beijing. En 1979 se desempeñó como primer secretario de la embajada de su país en China y de 1983 a 1989, ocupó el cargo de sudirector y director del Departamento de Hong Kong del Ministerio de Relaciones Exteriores británico, interviniendo directamente en las negociaciones importantes sobre el problema de Hong Kong de China y Gran Bretaña.
Más tarde Hum dejó la diplomacia y se convirtió en un estudioso, sin abandonar su interés por seguir de cerca los asuntos relacionados con China. Siendo experto en este tema, el ex embajador ha visitado todos los años nuestro país y Hong Kong. “He viajado a menudo a Hong Kong y he quedado impresionado, porque la ciudad está en un proceso floreciente, con un desarrollo económico satisfactorio, lo cual se debe a su nuevo estatus dentro de China”.
Al preguntarle qué haría este año, si aún fuera embajador en nuestro país, contestó: “En Beijing habrá sin duda muchas actividades de celebración por el décimo año de retorno de Hong Kong a la patria y espero participar en ellas, pues son también celebraciones por las relaciones asociadas chino-británicas”, que en su opinión se hacen más amplias y profundas y mantendrán su carácter prioritario dentro de la política exterior de Londres.
Como director del Departamento de Hong Kong del Ministerio de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Chistopher Hum fue el principal participante en las negociaciones sobre el tema de Hong Kong entre China y su país. Sin embargo, cuando asumió el cargo de embajador en China, en 2002, esa ciudad dejó de ser un problema de interés general o un tema a discutir con los funcionarios chinos.
Recordó que de 1983 a 1997, el futuro de Hong Kong constituyó el mayor tema de debate entre China y el Reino Unido, influyendo sobremanera en las relaciones bilaterales. Si había una conversación de una hora entre los dos cancilleres, el problema de Hong Kong ocupaba cincuenta minutos. Hoy en día, sin embargo, los dos países tienen muy buenos lazos en múltiples aspectos y la antigua colonia ha dejado de ser el centro de los vínculos chino-británicos.
El diplomático, ya retirado, opinó que el principio de “un país, dos sistemas” es muy bueno y adecuado para Hong Kong, aunque se presentaron muchas dificultades para elaborar sus detalles. Les costó largo tiempo discutir los problemas de pasaporte, nacionalidad, inmigración y forma de viaje de los hongkoneses, etc.
Recordó que las negociaciones de los dos países fueron duraderas y difíciles, cuando ambas partes presentaron una lista muy larga al respecto. Esto ya no es secreto, por ejemplo, los temas acerca de la Constitución, el trabajo de la legislatura y la formación del Consejo de Legislatura después del retorno de Hong Kong a China, fueron sumamente difíciles de abordar. “Porque hicimos lo que no habíamos encontrado nunca en el pasado y abrimos siempre la tierra virgen, nada era extraño en las dificultades de las negociaciones”.
En cuanto al futuro de Hong Kong, Chistopher Hum afirmó que la metrópoli tendrá todas las oportunidades para mantener su prosperidad, pues ya ha sentado bases sólidas para su desarrollo. Y respecto al contacto de China con el resto del mundo, consideró que Hong Kong sigue desempeñando su debido papel y las empresas chinas y extranjeras podrán tomarla como trampolín para entrar y salir del país.
Asimismo, Hum manifestó que no hay razón para que Hong Kong no sostenga su florecimiento, porque Shanghai prospera. Esta tiene sus ventajas, pero el mercado financiero de Hong Kong es más diversificado, internacionalizado y abierto, con un sistema y reglas más avanzados, por lo que puede garantizar más facilidades a los inversionistas.
La transferencia del poder de Hong Kong ha sido una historia exitosa, sentenció.
(21/06/2007, spanish.china.org.cn)
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