Hong Kong, situado en el lado este de la desembocadura del río de la Perla, apoyado por la parte continental de China y de cara al mar de China Meridional, es el paso vital para el transporte entre la referida vía fluvial y el mar; además se ubica en el sudeste del continente Euroasiático, donde convergen el mar de China Meridional y el estrecho Senwan, lo que determina su papel de núcleo de comunicaciones para la navegación en Asia y el mundo.
El territorio incluye la superficie del mar y tierra firme al sur del río de Shenzhen, por encima de los 22°09’ de latitud y entre 113°52’ y 1114°30’w de longitud este, dividido en cuatro partes, a saber, la isla de Hong Kong, la península de Kowloon, los Nuevos Territorios y otras 220 islas circundantes. Debido al relleno continuo del mar para ampliar la superficie disponible, la fisonomía del territorio varía constantemente.
El 1 de julio de 1997 terminó el dominio colonial británico de un siglo y Hong Kong retornó al seno de la patria, convirtiéndose en una Región Administrativa Especial de China, que aplica el principio de “un país, dos sistemas”.
La Ley Fundamental de Hong Kong asegura la implementación de los principios de “un país, dos sistemas”, el “gobierno de Hong Kong por los hongkoneses” y el “alto grado de autonomía” de la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK). A la luz de esta ley, además de los asuntos fuera de la autonomía, tales como la defensa regional y diplomacia, la RAEHK goza de los derechos de gobernación, legislación, poder judicial y sentencia final independientes, mantiene su estuatus de región de aranceles aduaneros a solas y centro financiero internacional y puede sostener y desarrollar en forma independiente las relaciones con los diversos países y regiones y firmar convenios correspondientes, bajo el nombre de “Hong Kong de China”, en los terrenos de economía, comercio, finanzas, transporte fluvial, telecomunicaciones, turismo, cultura y deporte.
La práctica exitosa de “un país, dos sistemas” contribuye a que la ciudad mantenga y consolide su estatus de centro comercial, financiero y de telecomunicaciones del planeta.
Hong Kong es el décimo primer cuerpo comercial del mundo y no sólo cuenta con el mejor puerto de aguas profundas, sino también con el de mayor tráfico de contenedores, según el volumen de carga y descarga.
Si se calculan la cantidad de pasajeros y la solución del volumen de mercancías internacionales, el aeropuerto de Hong Kong es el más atareado del mundo; si se calcula conforme a las transacciones bancarias, la región es el décimo cuarto centro de la banca mundial; si se calcula según el monto de operaciones, es el sexto mercado de transacciones de divisas del planeta; y si se calcula de acuerdo con el valor de mercado, es el segundo mercado de acciones de Asia.
La internacionalización de alto grado de la metrópoli consiste en su ambiente de manejo fácil de negocios, sistema de aplicación de la ley, sistema de comercio libre, flujo libre de informaciones, ambiente de competencia equitativa y abierta, red financiera completamente desarrollada, red de transporte e infraestructuras de telecomunicaciones de primera calidad, reservas financieras estables y régimen tributario sencillo, con una baja tasa de impuestos.
Todas estas ventajas hacen que Hong Kong sea uno de los cuerpos económicos más libres y competitivos globalmente reconocidos.
Hong Kong es uno de los fundadores de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y sigue manteniendo su estatus de miembro signatario independiente.
La participación activa del sistema de comercio multilateral de la OMC constituye la piedra angular sobre la que la metrópoli elabora su polítca comercial con el exterior. Como un cuerpo económico pequeño pero abierto totalmente, el comercio exterior de la ciudad desempeña un rol muy importante en su economía general, y como puerto libre y centro de comercio internacional, es un buen beneficiario de la liberalización del comercio internacional, bajo el sistema de comercio multilateral.
(20/06/2007, spanish.china.org.cn)
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