La nave no tripulada china Shenzhou-VIII regresará a la Tierra en la noche de hoy jueves, después de haber completado exitosamente el acoplamiento con el módulo de laboratorio espacial Tiangong-I, la primera maniobra de este tipo en la historia del programa espacial del país.
Shenzhou-VIII aterrizará hacia las 19:00 horas en una zona despoblada de la bandera (distrito) de Siziwang, en la septentrional región autónoma de Mongolia Interior.
La zona ha estado en alerta desde el mismo día del lanzamiento de la nave, el pasado 1 de noviembre. La extensión del área donde se producirá el descenso es 15 veces más grande que las de las misiones anteriores, por eso será más difícil recuperar el artefacto, dijo Zhang Haidong, comandante en jefe de las operaciones de aterrizaje del programa espacial tripulado de China.
De acuerdo con el experto, la tarea será "muy delicada", aún a pesar de que la sonda no sea tripulada. Shenzhou-VIII ha viajado por el espacio durante un período más prolongado que los de las misiones anteriores del país, destacó.
"Todos estos detalles han hecho nuestro trabajo más duro que antes", agregó.
El equipo de búsqueda y recuperación organizado para el regreso está listo para entrar en acción, aseguró Zhang, y añadió que la nave deberá ser localizada dentro de las dos horas y media posteriores a su aterrizaje. El equipo utilizará cuatro helicópteros equipados con detectores sintonizados con la frecuencia de las señales emitidas por la nave.
Después de localizarla, el equipo realizará una serie de inspecciones y procederá a la recoleccción de datos. Las incubadoras instaladas en la nave deberán ser enviadas a Beijing inmediatamente, ya que contienen los resultados de los experimentos biológicos de un programa conjunto entre científicos chinos y alemanes, advirtió.
Seis de las siete naves espaciales chinas lanzadas previamente han regresado al planeta en Siziwang. La región cuenta con una escasa población, es relativamente plana y tiene pocos árboles y formaciones naturales que puedan causar problemas durante los aterrizajes.
Además, la zona no tiene tendidos eléctricos de alto voltaje, líneas férreas ni ríos que pudieran dificultar o poner en peligro el regreso de las sondas. El clima seco y la óptima visibilidad que caracterizan esa región del distrito también son propicios para localizar y recuperar los artefactos rápidamente, destacó el especialista.