Después del lanzamiento de Venesat-1 en 2008, el entonces primer ministro de Perú, Yehude Simon, expresó su deseo de comprar el satélite militar chino. En junio de 2011, Juan Andrés Fontaine, ministro chileno de Economía, encabezó la delegación de representantes gubernamentales de su país para visitar Shanghai y Beijing. Al ver la cooperación de satélite entre China y otros países latinoamericanos, Chile afirmó que desea introducir la tecnología china de satélite y abandonar la francesa que ahora utiliza.