Respuesta: Lo que podemos decir es que este rumor carece de fundamento. Antes que nada, la vigente política de procreación ha sido formada gradualmente sobre la base de la práctica de la planeación familiar durante más de treinta años y corresponde a nuestras condiciones nacionales y a la ley de desarrollo demográfico. Desde establecida esta política hasta finales de 2005, en China han nacido de menos más de 400 millones de bebés, equivalentes a la población europea, y sus resultados son muy notables.

Y en segundo término, y también es más importante, China recibirá el cuarto pico de nacimientos de aquí a cinco años. Pero un ajuste de la política en este periodo podría aumentar la población de nuevo y traería una mayor presión demográfica sobre el desarrollo del país. Conforme al plan de desarrollo estatal, el trabajo de población y planeación familiar contempla la siguiente meta: controlar la población nacional dentro de 1.370 millones de personas en el 2010, y dentro de 1.500 millones en el 2020.

Sin embargo, hemos de ver también que debido a la creciente diversificación de los factores que influyen en el deseo y la conducta del pueblo para la procreación y a la entrada de los hijos únicos en la etapa de matrimonio y procreación, la tarea de mantener bajo el nivel de nacimientos sigue ardua. Mientras tanto, la meta de modernización del país ha sido decidida sobre la base del volumen poblacional total y los índices por persona. En caso de un rebote del incremento demográfico que rebase esta meta, se volverían más tirantes las relaciones entre la población, los recursos y el medio ambiente, y su capacidad de aguante para el desarrollo sostenible sufriría una restricción extremada. Por tal razón, para mantener el bajo nivel de procreación, en absoluto podremos reajustar la política estatal básica de planeación familiar sino que necesitamos estabilizarla.