Respuesta: China ha tenido grandes éxitos en la construcción económica desde la reforma y la apertura en 1978. A causa del modo de crecimiento extensivo hemos pagado caro a costa de los recursos y el medio ambiente. La falta agravada de energía y recursos ha provocado tensiones totales en el suministro de carbón, electricidad y petróleo. Frente a la población numerosa y el desarrollo económico acelerado, nuestros recursos se están agobiando para sostener una sociedad de crecimiento extensivo.

En los próximos más de diez años China no solamente agotaría pronto sus propios recursos sino que también aumentaría la presión sobre el suministro de recursos en el mundo si no cambiara el modo de crecimiento irracional y no dedicara grandes esfuerzos al ahorro. La realidad viva nos obliga a seguir un nuevo camino de la industrialización caracterizado por el alto contenido tecnológico, buena rentabilidad económica, bajo consumo de recursos, escasa contaminación ambiental y pleno juego de la ventaja en recursos humanos y a edificar con energía una sociedad ahorradora. Ésta es nuestra única salida.

Para ello descartaremos las ideas y modos de desarrollo tradicionales, aplicaremos y persistiremos en el principio de prioridad del ahorro de recursos y nos empeñaremos en los siguientes trabajos:

Primero, poner en marcha todo tipo de ahorro de recursos, incluyendo el desarrollo de sustitutos del petróleo, la generación mixta de calor y electricidad, la utilización del calor sobrante, el ahorro de energía en la construcción de obras y la luz ecológica, hacer hincapié en el ahorro de energía en las industrias de alto consumo de energía como la siderúrgica, la de metales no ferrosos, la de electricidad y la de materiales de construcción, conducir a los establecimientos comerciales y los residentes a economizar energía, y aplicar las normas de temperatura mínima en los interiores al uso de acondicionadores de aire en el verano.

Segundo, fortalecer la popularización de instalaciones y aparatos economizadores de agua en las ciudades, impulsar el tratamiento de aguas servidas y su uso después del procesamiento, continuar llevando adelante la irrigación ahorradora de agua en la agricultura y el cultivo de cosechas economizadoras de agua, y controlar con rigor la explotación excesiva e indiscriminada del agua subterránea.

Tercero, reforzar la administración del consumo de materias primas y materiales en los sectores prioritarios, elevar la tasa de utilización, promover el ahorro de madera y el uso de sustitutos, economizar los materiales de envoltura, y dar solución a su uso excesivo para alimentos y otras mercancías por el que el público protesta con vehemencia.

Cuarto, persistir en el sistema de protección de tierra más riguroso, practicar la economía en el uso de tierra en la construcción de obras en las zonas rurales y urbanas y en la construcción de infraestructuras del transporte, y restringir con rigor la destrucción de tierras para la cocción de ladrillos.

Quinto, impulsar la explotación y utilización múltiples de los recursos mineros y desechos industriales, el reciclaje y uso de los recursos renovables y la conversión en recursos de las basuras producidas en la vida cotidiana y su utilización.

Y sexto, desplegar el ensayo de la economía circular en los sectores, campos, polígonos industriales y ciudades prioritarios, desarrollar con energía esta misma economía y propulsar la producción limpia en todos los terrenos.

Economizar recursos es una tarea prolongada para China y también una responsabilidad común a toda la sociedad. Elevaremos con esfuerzo la conciencia de toda la nación sobre la vigilancia contra la escasez de recursos y sobre su ahorro, con el fin de convertir esta práctica en una acción concienzuda de toda la sociedad. Las metas de China para la edificación de una sociedad ahorradora son: en el 2010 tanto la tasa de reciclaje general de minerales como la de utilización múltiple de minerales asociados se elevarán en cinco puntos porcentuales en comparación con 2005; los edificios nuevos en las ciudades y los poblados economizarán el uso de energía en 50%, y los en los municipios de jurisdicción central en 65%; la tasa de utilización múltiple de la madera ascenderá al 65%; la tasa de reciclaje y uso de los recursos renovables principales subirá a más del 65%; la tasa de utilización múltiple de los desperdicios industriales sólidos superará el 60%; y la tasa de aumento de las basuras urbanas producidas en la vida cotidiana se controlará en alrededor del 5%.