China fundó bolsas de valores en
Shanghai y Shenzhen en 1990 y 1991, respectivamente. En poco más de
diez años, este mercado ha crecido y puesto orden en las
operaciones, trayecto que a otros países les llevó más de 100 años.
Hoy día, el mercado de valores se ha convertido en un arca de Noé
con un capital de
3.705.600 millones yuanes, 1.377
empresas y 72.160.000 inversores.
El mercado de valores ha contribuido
a la reforma de las empresas de propiedad estatal y al éxito de la
transformación estructural de las mismas, posibilitando una
transición estable de la vieja estructura a la nueva. En los
últimos 10 años, utilizando este mercado, numerosas grandes
empresas de propiedad estatal han completado el cambio de sistema
con éxito, una tras otra. Debido a que se basa en las normas del
mercado, esta transformación ha resultado viable e impulsado el
sistema accionista en las empresas medianas y pequeñas de propiedad
estatal y ha resuelto el problema estructural, que obstaculizaba el
proceso de transición de la economía planificada a la economía de
mercado. Para los nacionales, depositar dinero en el banco ha
dejado de ser el único modo de rentabilizar su dinero, y el mercado
de valores se ha convertido en un importante canal de
inversión.
Los medios de transacción de
acciones se han perfeccionado continuamente. Las bolsas de Shanghai
y Shenzhen se han convertido en puntales del mercado de valores. El
sistema de transacción de títulos y liquidación en internet, que ya
se extiende por todo el país, efectúa la emisión y el negocio sin
papel, con medios técnicos muy avanzados y de práctica mundial.
Según las estadísticas, en 2004 se emitieron 123 tipos de acciones
A y 23 tipos complementarios, que recaudaron 83.600 millones de
yuanes, así como 28 tipos de acciones B y H, que recaudaron 67.500
millones de yuanes.
|