Cuando en 1949 se fundó la República
Popular China, su población total era de 541.670.000 habitantes. En
los años siguientes, debido a la estabilidad social, al desarrollo
de la producción y a las mejoradas condiciones médicas y
sanitarias, y también a la escasa conciencia sobre la importancia
del control del crecimiento demográfico y a la falta de
experiencia, la población china aumentó rápidamente, hasta alcanzar
en 1969 los 806.710.000 individuos. Ante el serio problema que esto
suponía, el gobierno chino comenzó, en los años 70 del siglo XX, a
poner en práctica la planificación familiar con el fin de controlar
el crecimiento de la población. Esto hizo posible un descenso
gradual de la natalidad, que en el año 2004 fue de un 12,29 por
cada mil. China ha conseguido básicamente cambiar el tipo de
reproducción demográfica, caracterizado por las bajas tasas de
natalidad, mortalidad y crecimiento.
Conforme al “Esquema del X Plan
Quinquenal para la Economía Nacional y el Desarrollo Social”,
aprobado en la IV Sesión de la IX Asamblea Popular Nacional, en
marzo de 2001, durante el período del presente lustro, de 2001 a
2005, el promedio anual de crecimiento vegetativo de la población
china no deberá superar los 9 por cada mil, logrando mantenerla en
una cifra inferior a los 1.330 millones de habitantes en el año
2005, y a los 1.400 millones en 2010.
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