En 1989 los departamentos
correspondientes pusieron en marcha oficialmente, por primera vez,
la lotería deportiva a escala nacional para recaudar fondos con
vistas a los XI Juegos Asiáticos. Más tarde, gracias a las
continuas exploraciones y esfuerzos conjuntos de las personalidades
de los círculos deportivos, quedaron reconocidos, finalmente, el
especial significado social y los resultados económicos de la
lotería deportiva.
La lotería deportiva de China ha
pasado de ser algo caótico y disperso al orden y la unificación. En
1994, se fundó el Centro de Administración de la Lotería Deportiva,
perteneciente a la Administración General Estatal de Cultura
Física. Siguiendo el ejemplo, las provincias y municipios
establecieron redes de venta abierta por todo el país, lo que
permitió a la lotería deportiva constituir un sistema reglamentado
y unificado de emisión, impresión y distribución, así como una
administración concentrada. Posteriormente, el sistema de venta se
ha ido conectando con la esfera internacional, los productos se han
diversificado y las disposiciones de juego se han conformado a las
normas internacionales.
Las quinielas (apuestas de fútbol)
de China, emitidas tan sólo en dos trimestres de competición, han
sido un buen ejemplo del éxito de las operaciones reglamentadas. La
de 2002 y 2003 alcanzó un volumen total de venta de 7.140 millones
de yuanes, lo que supuso para el Estado una recaudación de fondos
de beneficio público de 2.500 millones de yuanes, y distribuyó
cerca de 20.000 grandes premios.
Beijing es una de las ciudades con
mayor entusiasmo por la lotería. En 2003, su lotería deportiva
alcanzó una venta mensual de 100 millones de yuanes. Los
departamentos correspondientes han declarado que los fondos de
beneficio público recaudados serán empleados, en su totalidad, en
la aplicación de dos Planes: Fortalecimiento Físico de Todo el
Pueblo y A la Conquista de la Gloria en los Juegos Olímpicos.
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