|
La industria de energía eléctrica, incluidas la térmica, la
hidráulica y la nuclear, es, de entre todas las ramas industriales
del país, la que está progresando a mayor velocidad. En el año
1990, la capacidad instalada de todo el país fue de 100 millones de
kw, y a finales de 2003, de 385 millones de kw, que generaron
1.910.800 millones de kw/h. China ocupa el segundo lugar del mundo
tanto en capacidad instalada como en electricidad producida.
La construcción del tendido
eléctrico ha entrado en el período de más rápido desarrollo de toda
su historia. Las principales redes eléctricas cubren todas las
ciudades y la mayor parte de las zonas rurales. Las redes
eléctricas troncales de 500 kilovoltios están reemplazando
gradualmente las de 220 y se encargan de transmitir e intercambiar
esta energía entre las provincias y regiones. El sistema
automatizado de reparto, de avanzado nivel internacional, con
ordenadores como medio principal de control, se aplica ya de manera
general en las redes eléctricas. En la actualidad, a excepción del
noroeste, seis redes eléctricas interprovinciales y otras cinco
provinciales independientes, de 500 kilovoltios, han terminado de
construirse, más una considerable cantidad de grandes plantas en
operación, lo cual significa el inicio de una nueva etapa en la
industria elécrica, caracterizada principalmente por equipos
generadores, plantas y redes de gran envergadura, de voltaje
superalto y control automatizado.
La satisfacción de las necesidades
en el suministro de energía eléctrica también se está viendo
beneficiada por el veloz incremento de la producción de carbón,
principal combustible. En los años 80 del siglo pasado, el Estado
comenzó a invertir inmensas sumas para construir un grupo de
grandes minas modernas, lo que hizo crecer de forma gradual la
producción, que después del año 1989 se ha mantenido en un nivel
superior a los 1.000 millones de toneladas anuales, con lo que se
han cubierto las necesidades del desarrollo de la economía
nacional. La industria hullera está elevando de manera constante su
nivel tecnológico. En la actualidad, ya está capacitada para
diseñar, construir, equipar y administrar minas a cielo abierto de
más de 10 millones de toneladas y grandes y medianas zonas mineras.
Su técnica y capacidad de lavado y purificación se renuevan sin
cesar. La licuefacción y la gasificación subterráneas están en
pleno curso. Al entrar en el siglo XXI, China exportó más de 80
millones de toneladas, lo que la ha situado en el segundo lugar
mundial entre los países exportadores de carbón.
El petróleo y el gas natural
constituyen importantes recursos energéticos del país. En 1995 se
produjeron 150 millones de toneladas de crudo, y entre 1997 y 2002,
el rendimiento fue superior a los 160 millones de toneladas
anuales, lo que colocó a China en el quinto lugar mundial. El
desarrollo de la industria petrolera ha promovido el de la economía
local, así como el de las ramas relacionadas, entre ellas la
fabricación de maquinaria, hierro y acero, comunicaciones y
transporte. La producción de gas natural superó por vez primera los
20.000 millones de metros cúbicos en 1996, a lo que siguió un
incremento constante, que en 2003 llegó a los 35.020 millones de
metros cúbicos. El incremento de la producción de estas dos
materias ha contribuido a elevar notablemente su peso en la
composición del consumo de energéticos primarios, subiendo,
respectivamente, del 17,5% y 1,8% en 1995 al 22,7% y 2,8% en
2003.
En 2003 la generación de
electricidad nuclear alcanzó un récord histórico, aumentando un
120% respecto al año anterior. Para el año 2020, además de las que
ya han entrado en funcionamiento y las que están en proceso de
construcción, en total 8,7 millones de kilovatios, se habrá
construido otras instalaciones de energía eléctrica nuclear, con un
total de 27 millones de kilovatios.
|