La reforma de la estructura
económica constituye uno de los más importantes aspectos de la
política de reforma y apertura que está llevando a cabo el país. En
los primeros 30 años que siguieron a la fundación de la Nueva
China, el Gobierno chino aplicó un modelo de economía planificada.
Las fábricas producían según el plan estatal, las zonas rurales
cultivaban según el plan estatal y los departamentos comerciales se
surtían y vendían mercancías según el plan estatal. De forma
unificada, los departamentos de planificación establecían las
variedades, las cantidades y los precios de todos los artículos.
Semejante estructura permitió que la economía china se desarrollara
a pasos firmes, de manera planificada y con metas claras. Sin
embargo, por otro lado, limitó la vitalidad propia y la velocidad
de desarrollo de la economía. En 1978, la reforma de la estructura
económica comenzó por las zonas rurales y en 1984 se extendió a las
ciudades. En 1992, sobre la base de las experiencias de reforma y
apertura efectuadas, el Gobierno chino definió como rumbo el
establecimiento de una estructura de economía de mercado
socialista. Sus puntos principales son: persistir en la política
según la cual la economía de propiedad pública es el componente
principal, al tiempo que se desarrollan en conjunto los diversos
elementos económicos; establecer una estructura empresarial
moderna, acomodada a las exigencias de la economía de mercado;
fundar un sistema nacional de mercado abierto y unificado y hacer
realidad la conexión de los mercados nacional e internacional,
fomentar una distribución optimizada de los recursos; modificar las
funciones del gobierno en cuanto a administración de la economía,
establecer un sistema mejorado de regulación y control
macroeconómicos; estimular a una parte de zonas y personas para que
prosperen antes que los demás y seguir el camino de prosperidad
conjunta; proporcionar a los habitantes tanto urbanos como rurales
la seguridad social correspondiente a las circunstancias
nacionales, y promover el desarrollo económico y la estabilidad
social. En 1997, el Gobierno chino anunció que la economía no
pública es un factor importante de la economía nacional,
estimulando al capital, a la tecnología y a otros elementos de la
producción para que participen en la distribución de los
beneficios. Esto es prueba fehaciente de que la reforma de la
estructura económica había avanzado a grandes pasos.
En la China actual, la estructura de
la economía de mercado socialista se encuentra ya inicialmente
constituida, la función básica del mercado en la distribución de
recursos se ha fortalecido de forma clara y el sistema de
regulación y control macroeconómicos mejora día a día; ya se ha
conseguido una configuración preliminar en la cual la economía de
propiedad pública es el cuerpo principal, al tiempo que se
desarrolla conjuntamente con la individual, la privada y otros
elementos de la economía no pública. En 2010, según lo planificado,
China habrá establecido una estructura de economía de mercado
socialista bastante completa, y en 2020, una de relativa
madurez
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